6.7.10

El picaporte con flores ajadas


Escribimos con las manos cambiando posiciones,
mezclando colores naturales imposibles de pintar,
obligando a morir las historias que hemos querido escribir, 
depositando,
observando, 
como van ajándose los mensajes 
hasta que decidamos aplastarlos
reclamando a los viajeros 
que pasan a girar la mirada en busca del sentido.

Escribimos con el sentimiento y las ganas de ser observados.