5.1.12

Los Reyes Magos que no eran Reyes ni Magos

Los tres Reyes Magos, que casi estamos seguros de que ni eran 3, ni eran Reyes ni eran Magos, vienen esta noche a entregarnos los regalos que les hemos pedido.
Según la tradición más básica pero no la más utilizada para creen en los Reyes Magos, se sabe que eran posiblemente entre dos y cuatro o incluso hasta doce y que representaban a los tres territorios conocidos por los siglos primeros de nuestra era. Europa, África y Asia. En concreto Persia, Babilonia y Asia. Los tres Magos principales que debían ser Sumos Sacerdotes u Hombres de Ciencia o Sabios, posiblemente astrólogos y de religiones más o menos paganas, parece que se llamaban Balthazar, Melkon y Gaspard y que entregaron como obsequios tres productos que por aquellos siglos representaban la riqueza: oro, incienso y mirra. Oro por ser riqueza de Reyes. Incienso por ser materia para Dioses y Mirra como elemento embalsamador de los muertos para indicar que el Niño Jesús moriría por todos. Parece ser que Melchor pasó a simbolizar a los europeos descendientes de Jafet. Gaspar representaría a los asiáticos descendientes de Sem. Y Baltasar, negro y barbado, haría lo propio con los africanos descendientes de Cam, los tres hijos de Noé.
Entre los griegos se les dieron los nombres de Apellicon, Amerim y Serakin; entre los sirios los de Kagpha, Badalilma y Badadakharida y entre los etíopes los de Ator, Sater y Paratoras. Desde el siglo XV se dice que Melchor tenía sesenta años, Gaspar cuarenta y Baltasar veinte. Las tres edades del hombre.
Melchor, rey de los persas es el venerable anciano de barbas blancas que le llevó al Niño: muselina, púrpura, piezas de lino y oro, que representaba el poder con él se reconocía que había nacido el más grande, el Rey.
Gaspar, rey de los indios, un joven barbilampiño (después barbudo), le llevó: preciadas especias, nardo, canela, cinamomo y el oloroso incienso, usado tradicionalmente como símbolo de adoración, se daba a entender que se reconocía al Dios Verdadero.
Y Baltasar, rey de los árabes, de rostro oscuro, y que con el paso de los años se hizo claramente africano a partir del siglo XV, le llevó: oro, plata, zafiros, piedras preciosas , perlas y mirra, precioso bálsamo que se confunde con las lágrimas, con el que se representaba el dolor y la capacidad humana del Dios hecho Hombre y que como apuntábamos antes se utilizaba para embalsamar.
Otras leyendas dicen que en el año 70 de nuestra era fueron martirizados los tres Reyes Magos, una vez que ya convertiros al cristianismo y nombrados Obispos y que en la actualidad se encuentran enterrados en la catedral de Colonia desde el año 1164 en que se trasladaron desde la Iglesia de San Eustorgio en Milán (en donde se encontraban los cuerpos desde el siglo IV), hasta Colonia en donde en un hermoso sarcófago se encuentran hoy en medio de la (posiblemente y con permiso de Sevilla) mejor catedral gótica de la cristiandad. Pero lo cierto es que son muchos años si pensamos que al menos tendrían 20 cuando ya de Reyes Magos fueron a adorar en el año I al Niño Jesús.
De lo que no hay duda, es de que en todo el mundo donde se celebra la Navidad, se crea o no en los Reyes Magos, el 6 de enero es el que marca el final de estas fiestas y una jornada de fiesta que se dedica a desmontar todos los adornos, belenes y árboles de Navidad que se hayan puesto en los hogares.