Ellas ni nos miraban, se habían acostumbrado a los espectadores erguidos que quedaban sorprendidos por sus gritos y los repetían sin para cuando nos miraban desde arriba. Creo que jugaban con nosotros.
1.2.12
Las grullas dibujaban sobre el cielo su camino
Ellas ni nos miraban, se habían acostumbrado a los espectadores erguidos que quedaban sorprendidos por sus gritos y los repetían sin para cuando nos miraban desde arriba. Creo que jugaban con nosotros.