Seis de las obras más icónicas del grafitero británico Banksy alcanzaron esta semana en una subasta en Londres un total de 373.550 euros dedicada al arte callejero en la casa Bonhams de Londres.
La obra más cotizada fue "Love is in the air", “El amor está en el aire”, protagonizada por un manifestante en posición de lanzar un ramo de flores como si fuera un cóctel molotov, y que fue vendida por 105.000 euros.
La obra más cotizada fue "Love is in the air", “El amor está en el aire”, protagonizada por un manifestante en posición de lanzar un ramo de flores como si fuera un cóctel molotov, y que fue vendida por 105.000 euros.
Esta ya icónica imagen del enigmático artista, cuya identidad muy pocos conocen, tenía un precio estimado de entre 48.000 y 72.000 euros antes de salir a subasta.
La obra "Leopard and Barcode", un lienzo donde aparece un leopardo que se ha escapado de una jaula representada como un código de barras, alcanzó durante la puja los unos 90.700 euros.
La obra "Leopard and Barcode", un lienzo donde aparece un leopardo que se ha escapado de una jaula representada como un código de barras, alcanzó durante la puja los unos 90.700 euros.
Otra de las piezas más célebres de la colección es el grafiti "Girl and balloon", reproducido en miles de estampas y souvenirs londinenses, que se vendió por unos 87.900 euros.
Por su parte "Bomb Hugger", que representa a una niña abrazando una bomba, alcanzó las 49.250 libras (unos 59.100 euros) y "Happy Choppers", donde aparecen unos helicópteros militares adornados con lazos, se vendió por unos 15.750 euros, lo que duplicó el precio estimado.
La obra titulada "Nola", la imagen de una niña protegiéndose con un paraguas de una lluvia ácida, creada en 2008 por Banksy, fue subastada por 15.000 euros.
El misterio que envuelve la figura de Banksy, así como el contundente mensaje de sus grafitis que se han convertido en iconos anticapitalistas, han aumentado el interés y la cotización por sus obras que, paradójicamente, se han convertido en piezas de coleccionista.
"Ha sido un proceso natural. La gente veía sus grafitis en las calles y reconocía su sentido del humor y el importante mensaje que contenían. Entonces se empezaron a coleccionar y a subastarse porque la gente quería tener esas obras callejeras en sus casas", dijo el responsable de arte urbano de la Sala Bonhams durante la presentación de la colección.
El misterio que envuelve la figura de Banksy, así como el contundente mensaje de sus grafitis que se han convertido en iconos anticapitalistas, han aumentado el interés y la cotización por sus obras que, paradójicamente, se han convertido en piezas de coleccionista.
"Ha sido un proceso natural. La gente veía sus grafitis en las calles y reconocía su sentido del humor y el importante mensaje que contenían. Entonces se empezaron a coleccionar y a subastarse porque la gente quería tener esas obras callejeras en sus casas", dijo el responsable de arte urbano de la Sala Bonhams durante la presentación de la colección.
Desde que empezó a pintar en las paredes inglesas hasta hoy, Bansky es un nombre asociado a la modernidad pop y a la reivindicación política, y algunas de sus obras han terminado en manos de celebridades como Brad Pitt y Robbie Williams.