31.1.13

El Bulcador que vuelca coches, pero solo en grafitis


El Bulcador se ha hecho famoso en mi ciudad —no lo conozco en otras— en su pelea contra los coches, pero siempre con pintadas y grafitis en calles más o menos visitadas. Esta es de 2013 y en la actualidad (2019) ya no se ven tantas con esta firma. ¿Se habrá hecho mayor?

Siempre contra el coche, firmando sus dibujos o sus frases, a veces sus malas firmas en monumentos importantes, pero a veces dejando trabajos algo más completos en lugares donde no molesta.
No vuelca (o bulca) coches, pero los pinta para demostrar qué haría si le dejaran. Os dejo una imagen propia de sus grafitis.

30.1.13

La paloma negra que veía todo desde arriba, sonriendo

Mirar desde arriba es ver más, es observar sin ser visto, es mirar y reírse de todos, es también soñar con que no se está allí, sino simplemente observando desde fuera.

La paloma negra miraba sin moverse, sabedora de que desde aquella altura nadie la molestaría. Y se jactaba de conocer bien a los paseantes y a los fijos de calle y parque. Nunca supo de qué iba el monumento sobre el que se posaba ni le importaba nada. Su monumento eran las personas que circulaban a sus pies. Imagen de Julio Puente

25.1.13

Un patio árabe encerrado, con sus sueños incluidos

Es España. Un patio árabe en Málaga, un oasis en plena ciudad para soñar con los siglos. La luz inunda las paredes blancas, que contagian su brillo a los pequeños naranjos. Es un patio de recogimiento, de salir para hablar, de ver el cielo y volar. Es el interior de una casa árabe, encerrada para que nada se pueda ver desde fuera. Todo lo tienen dentro, incluidos los sueños.

22.1.13

También las barcas se puede enamorar si se rozan

También los objetos inanimados se pueden enamorar, de hecho se miran y se quedan sujetos a una cercanía que se mantiene en el tiempo. Si el roce hace el cariño, unas barcas que se rozan terminan por enamorarse, por complementar el agua sobre la que se depositan sus tripas. 

Siempre las barcas que permanecen unidas, cercanas, miran hacia el mismo horizontes, se orientan en la misma dirección. Y esto no puede ser casualidad. En aquel Bilbao industrial también había pequeñas barcas enamoradas que sorteaban las aguas planas mirando hacia la orilla.

Imagen de Julio Puente

21.1.13

Desearía ser como Diógenes de Sinope, pero me exijo mucho

Vamos creciendo según vivimos, vamos recogiendo trozos de vida y las vamos sumando a nuestro entender, dentro de nuestro yo casi vacío, programándonos poco a poco hasta completar nuestra vida de trozos que recogemos por los caminos. 

Si quisiéramos imitar la vida, seríamos unos Diógenes de Sinope que aprenderíamos a vivir con lo puesto sin desear lo que se nos acerca, simplemente para no poseer teniendo muy poco y sin matizar ni separar. Todo suma y como pesa lo que suma, cuento menos es mejor.
Pero no queremos imitar a la vida. Queremos simplemente vivirla y disfrutar de ella. Por eso seleccionamos, vamos creciendo poco a poco y por trozos según nos apetece recoger circunstancias y sumarlas a las poseídas.

20.1.13

Estabas muerto, pero seguías erguido

Al verte rodeado de piedras de colores, pensé en tus motivos para sentirte agarrado al presente en aquel lugar tan inhóspito. No entendía bien como habías llegado hasta allí. Di varias vueltas buscando las agarraderas, pero casi todas las raíces estaban sobre el aire, no logré entender bien de qué te sujetabas para no caerte. Y no te caías. Estabas muerto, eso si, tal vez es que los cadáveres estén más rígidos y por ello no se caigan con el viento de cara. Pero me resultó curioso que las tripas de tus raíces estuvieran sujetando las piedras o al revés.
Seguías erguido.

Imagen de Julio Puente

19.1.13

Qué hacer cuando tienes excesivo ruido en tu vivienda

Aquella vivienda nunca me gustó demasiado. La veía ruidosa, musicalmente compleja, con pocas posibilidades de dormir bien la siesta. Eso que por la noche nunca sonaban las campanas desde que me quejé al cura del pueblo, pero a mis retoños, pequeñas cigüeñas recién nacidas, no les gustaba nada que les despertaran de sus sueños infantiles. 

Pero al menos tengo la suerte de tener una vivienda con vistas al campo inmenso desde donde vigilo perfectamente las comidas del verano. Lo uno por lo otro. Imagen de Julio Puente

18.1.13

El caso de la cigüeña con fuerte personalidad

Encontré esta cigüeña en un viaje de pueblos cercanos mientras buscaba aire limpio. Estaba rígida, pues me había visto de cerca y le molestaba sentirse observada. Pero decidió no volar, tal vez para vigilar de cerca sus huevos, tal vez por que no le representaba yo un peligro. Debió pensar que este tipo que miraba, no debía saber volar y sin volar, nunca alcanzaría la torre desde mi atalaya.

Cuando la miraba, ella no me miraba. Cuando me volvía de espaldas entonces ella giraba su cabeza para mirar mis movimientos. Era una cigüeña lista, con la experiencia de sus muchos huevos encubados.

Las ventajas de los caminos laterales

Los caminos laterales son siempre sinuosos pero muy eficaces para poder ver los horizontes.

Son entretenidos, simpáticos, tortuosos a veces pero con alegrías cunado los vences.

Los caminos laterales me gustan por que dejan siempre un amplio pasaje a uno de los laterales.

Yo quiero un camino lateral para poder caminar con alegría.

14.1.13

Al Metro sin pantalones y sin faldas - Pantsless subway day

Hace 12 años los neoyorkinos decidieron celebrar en el mes de enero de cada año, cuando más frío hace, un día para ir al Metro de NY sin pantalones. Todos, mujeres y hombres. Aquella moda se ha ido trasladando por todo le mundo, contagiándose las ganicas de enfriarse en enero, y ahora ya en Madrid o Barcelona, también hay jóvenes o maduros, que les apetece irse un día al Metro sin sus bajos tapados. Nadie tiene claro cual es el motivo, qué se saca excepto reírse. Pero es cierto que la sonrisa al menos, cura cualquier frío.

El Papa de Roma ha visto hoy 8 tetas. Un poco lejanas, eso si

Por fin ya sabemos que el papa Benedicto XVI ha visto teta de mujer joven. No hay duda aunque la vista no le haya acompañado, pero al menos ha visto las tetas tal vez un poco pequeñas, de cuatro mujeres cabreadas que a la hora del Ángelus se le han desnudado de pechos para mostrarle las amamantorias ubres femeninas de mujeres jóvenes. 

Algunas mujeres que asistían al momento con la intención de rezar, no han dudado ni un momento. Eras diablesas que las había mandado Lucifer a pasar frío en una mañana dominical de enero. Sin duda el calor lo llevaban dentro la diablesas, pues dura mucho el fuego eterno del infierno.
Benedicto XVI ha dicho en voz baja: —Una pena la distancia.