Está de moda escapar. Con la caja, con el sobre o la pasta. Pero escapar sin que te vean.
Dar la cara no está bien visto pues parece labor de bobos o de gentes que no sabes ni correr ni esconderse.
Hay que huir con buena cara y creerse que es lo lógico y lo correcto.
Somos así de chulos. Y de jetas.