El arte de las yeserías, de los laberintos geométricos para llevarnos la mirada hasta lo importante, el de los dibujos vegetales o las flores blancas de la escayola para simplemente decorar paredes, el juego de los detalles en relieve, es un ejemplo de la delicadeza árabe que se asentó en España durante siglos y que dominó culturas viejas.
Si le unimos a todo esto la delicadeza del agua fluyendo por decenas de fuentes que rompen en sonidos naturales, nos podemos quedar con unos periodos de sueños.
Hoy las violencias, convierten a estos signos de antigua modernidad en tiempos no deseables. Siempre la violencia apoderándose de la paz. Restando el sosiego en nombre de algunos dioses que se magnifican o se inventan par lograr objetivos ideológicos.