¿Quieres ser mi Reina? ¿Y yo tu príncipe? No, yo no quiero que seas mi princesa, pues eso supone ser yo el Rey y no estoy para esos meneos.
Prefiero ser el que está a tus órdenes, el que se deja llevar, el que simplemente te mira y se queda enamorado con baba recogida.
Decidido, seré tu sirviente de amor.
Pero solo si tú quieres.