Miraba su lienzo, él, y lo pillé en sus pensamientos. Pensaba interiormente, él, pero no pude pillarle sus sueños. Por eso me ha quedado un retrato vacío del pintor de las Ramblas que empezaba la mañana.
No sabemos qué pensaba, pero parecía trascendental.
No sabemos qué pensaba, pero parecía trascendental.