A cada uno nos corresponde una luz, un momento, un instante de vida, un trayecto entre un huevo y una gallina.
Ese espacio es secreto, es inmenso, es una batalla en busca de la luz, es una lucha encarnizada por llegar a la tranquilidad del tronco madre.
Incluso al final, o siempre al mismo final.
A cada persona en concreto nos queda la seguridad de que empezamos la vida ganando la primera batalla.
Obra de Ree Morton. 1974. Museo Reina Sofía, Madrid