Este ventanuco es del Pirineo aragonés, un hueco en la pared para dar salida a los malos aires de la casa. No es de defensa, no es de visión, no lo es tampoco de poder asomarse, así que sólo nos queda la ventilación. Ahora lo emplean los gatos, no vive nadie en la casa, pero resulta curioso que en el siglo XVIII, o XIX a lo sumo, se siguieran haciendo casas con criterios de intimidad árabes. Sin ventanas a la calle. Encerradas sobre sí mismas.