3.8.16

Y todo para morirse ellas también

En la muerte tendemos a perder el color, a quedarnos grises claros, ya no sólo de cara sino también de sentido, de sensación. Es una hoja muerta en un cementerio de hojas muertas donde las moscas grises van a comer putrefacciones, como podemos ver si afinamos la vista, en la zona derecha, por el centro. Buscan carroña, basura podrida, humedad descompuesta. Buscan muerte y asco, nos buscan. Y todo para morirse ellas también.