Parece mucho texto en piedra, pero dice muy poco: “Restaurado en 1957 y bajo la protección de la Confederación Suiza”, aunque nos vaya a servir para aprovechar el número 1957 como elemento para este blog.
Un buen año, vive Dios.
Un año en donde los EEUU se dedicaron con ahínco a probar todo tipo de nuevas bombas atómicas, para ver cual era más potente y mataba mejor.
Cosas de la Guerra Fría que casi se nos convierte en Caliente.