A veces las margaritas son muy cabronas

Somos las margaritas y si nos robas, caerá sobre tí una maldición de las fuertes, de las que no te librarás en tu vida. Ahora tú decides.

Tres simples colores. No hay más

Tres colores. Tres simples colores sobre una alfombra. Tres maneras de entender el color, el pasado o incluso el futuro. Pero al final…, son tres simples colores en un trozo de tela. No hay más forma de verlo.

Por volver al 2009 yo daría…

Por una flor yo daría…

Por una mirada de la flor yo daría…

Por ser una flor viva yo daría…

Por volver a encontrarme con la flor yo daría…

Y si diéramos el salto, volaríamos?

¿Y si diéramos el salto?

¿Volaríamos?

¿Sólo es cuestión de alas?

¿O interviene también la osadía de querer volar?

Un lugar para estar siempre erguido

Entre el suelo y el cielo, siempre estás tú. Ese es el lugar perfecto para estar erguido. Y si acaso…, mirando hacia arriba.

Algunos agoreros le llaman a esto puro egoísmo

En Nochebuena nos habla el soldado por televisión. E incluso le escuchamos. Nos revisa y no pasa orden. Le observamos y nos lo podemos llegar a creer. El soldado emplea diez minutos en pasarnos revista. Todo bien. ¡Descansen! El soldado se calla y nosotros escribimos. Seguimos sin entender nada. Y nos creemos libres pues no tenemos que hacerle caso a nadie. Tampoco a los que lo necesitan como consuelo. Solo nos hacemos caso a nosotros mismos. Algunos agoreros le llaman a eso que al final hacemos…, puro egoísmo.

Imaginar lo que otros pueden hacer

Todo lo que una persona puede imaginar…, otros lo podrán hacer realidad. 

Lo que para unos es imaginación para otros es trabajo. 

Tan importante es diseñar con la imaginación como trabajarlo con las manos.

Demos la vuelta a la vida, para entenderla

Andar por estos suelos parece tarea complicada, pero todo es siempre complicado. Tal vez habría que darle la vuelta a la vida para entenderla más sencilla. De hecho estos suelos…, en realidad son techos girados.

La ilusión nos sorprende pues nos la creemos

No hay precio para las ilusiones que sorprenden, seamos niños o adultos. La sorpresa es un regalo insustituible. Nos abre la ilusión de vivir en otro mundo diferente y sin duda mejor, o al menos más sencillo.

Seguimos siendo animales. Incluso a veces…, racionales

La relación de una madre con su hijo siempre es de dolor, de excesiva atención, de preocupación máxima, de cuidado extremo.

Hoy, ayer y mañana.

Aunque lo disimulemos cuando no se tienen hijos.

Las madres reservan gran parte de la vida para sus hijos, aunque esto suene ahora fatal. Está de moda negarlo, rebelarse, replantearse las relaciones familiares. 

Ganará el sentido animal.

El Nuevo Mundo de Dvorak visto de noche

La sensación es la de llegar al Nuevo Mundo como le sucedió a Dvorak o a Lorca. No es mejor, es tan solo el corazón del mundo. A veces gripado, otras encantador, siempre diferente, lleno, ocupado y abierto. Nunca eres forastero en New York, eres como todos ellos, parte de una sopa de personas que se mueven en un caldo que te arropa. Seas migaja o carne, verdura troceada o tropezón de sabor.

Seco pero vivo. Como todos nosotros

Seco pero vivo.

Como todos nosotros.

Sin mucho que tomar en estos tiempos.

Pero vivos y preparados para sobrevivir en lo negro.

Estamos llenos de zonas grises, de tiempos muertos, de restos.

Pero los buenos tiempos volverán a iluminar los muertos tiempos de la nada.

Nunca estás sola. Como poco estás contigo

La soledad del momento complicado, cuando todo te parece basura y tú te mantienes segura de tí misma. Miras a tu lado y todo te parece peor que tú…, pero no haces caso a lo que miras, sigues pensando que formas parte de ese todo y te levantas del frío de la mañana para abrirte al mundo. Para eso eres una flor.

Morir es mucho más lento de lo que necesitamos

Toda rotura crea a su alrededor una nueva forma de sobrevivir. O al menos de intentarlo. Morir es mucho más lento de lo que los gigantes necesitan.  Las capacidades de mantenernos heridos son mayores a las de mantenernos vivos. 

El agua se movía al ritmo de unos riojas

Es Logroño. Creo que tras la toma de unos riojas exquisitos. Era Logroño más bien. Ya el agua no es la misma. Tampoco volveré a encontrarme con aquellos riojas. Todo se mueve. Incluso yo.

Empresa de amor y miedo, algo desmontada

Una empresa desmontada. Una empresa a trozos. La autonomía laboral de un artista. Un sueño hecho pedazos antes de envolverse en los calores de las horas intentando el respeto.

Sí, es un artista, aunque no lo parezca.

Tres preguntas sencillas…, sin respuesta

¿Sabemos a donde vamos?

¿Y de dónde venimos?

¿Es necesario saberlo para encontrar la salida o para encontrar la entrada?

Nota.: Los textos de la imagen (no el fondo) son de una exposición del MACBA sobre la obra de Joan Brossa

El azul está fuera y el gris por dentro

Ventanas

Ventanucos para respirar

Trampas de aire

Huecos de ventilación…, ¿Y dentro?

Dentro las personas mirando dentro

El azul está fuera. Dentro el gris.

Amodiamos incluso a los gatos simpáticos

Este gato nos mira con cara simpática, de buenos amigos.

¡¡Qué coño sabrá este puto gato si me tiene que mirar con cara sonriente o no!!

¡¡¡Joder!!! Claro…, como él es de papel maché

Alguien creó pájaros para asustarnos

Tres señores de ojos grandes que miran de mala manera. Yo no me fiaría, pero una vez encontrados, o los cazamos para la cena o los miramos de reojo para que no nos afecte su presencia. Vosotros mismo.

Una Catedral para soñar en el cielo negro

La Catedral del Mar es mucho más que una iglesia junto al mar. No son casi 700 años de piedras contemplando nuestra llegada para exigirnos que sintamos dentro algo que supera nuestro débil tamaño de humanos diminutos. Tampoco es un lugar que desde la época de los romanos nos espera para envolvernos en sus ritos de peleas o de sufrimientos, aunque siempre haya sido zona de esfuerzos, de peleas, de venganzas civiles.

Es sobre todo un edificio sobrenatural. Se erige sobre lo natural, lo habitual, lo normal. Es enorme, pero su oscuridad, su luz negra de noche, su ambiente de cielo negro, es único. Si vas a Barcelona, visita la Iglesia de Santa María del Mar. Seguro que crees que eres una poca cosa de nada, con independencia de la religión.

El suelo de las Torres Gemelas de New York

Es sin duda el recuerdo de un dolor inexplicable en aquellos momentos. Y en el hoy absurdo.

Es el suelo que quedó en la zona de las Torres Gemelas de New York, tras su derrumbe.

Cortado y trasladado al Memorial, como recuerdo de lo que es una sopa de vida, de pasado, de historia.

Una sopa gris que necesita de una luz cálida para tomar color.

Todo. Siempre todo. O nada

Normalmente todo es todo. Incluso el todo o la nada es habitual. Somos animales de extremos, de tener más que de ser.

Todo. Siempre todo, Por si acaso, claro.

Tres formas que al juntarse crean un caos sin explicación

Mientras unos intentan dulcificar el ambiente, decorarlo con gusto y arte en el diseño, otros son unos guarros y se dedican a pintar firmas idiotas. 

¿Cuál es el motivo de los idiotas, para que firmen demostrando que efectivamente son idiotas?

El contraste del montón de hojas secas, con el texto bien diseñado y la marranada de las firmas, crea un caos precioso. 

No sabemos si es sexo o venganza

Esta Zaragoza provocadora se deja sentir en las paredes con frases que tendrán su sentido, sin duda, pero que no siempre pillamos los espectadores de calle.

“1.000 maneras de joder”

¿Es sexo o es defensa propia¿ ¿O es venganza?

Y si no nos gusta…, qué hacemos?

Si no te gusta lo mejor es no prestarle atención. Pero claro, si ves que además te dicen… ¡Jódete!…, pues te quedas como intranquilo.

¿Y a qué se están refiriendo exactamente? Pues aun me quedo peor. Joder.

Nos obligan a engordarnos para tapar al conductor

Cada vez es más complicado andar en bicicleta siendo una caja.

En los últimos tiempos nos obligan a ir pintadas de amarillo y con signos.

Incluso nos sugieren que debemos engordarnos mucho.

Sí, para poder tapar al conductor. Al final es el menos importante del servicio.

No preguntéis en la zapatería. Ellos no saben nada

El caos de una respuesta sin pregunta puede llevar a la confusión. 

Y si hay duda, por favor, no preguntéis en la zapatería. 

Ya están hartos de ser molestados. 

Creo. 

Un llamador que debía llamar muy poco

Los llamadores llaman. Aunque sean curiosamente verdes. Aunque no estén puestos para llamar por no tener zona donde recibir los golpes del aviso. Un llamador siempre debe disponer de un receptáculo capaz de chocar contra él. El resto es adorno. Simplemente fachada.