22.12.17
El Nuevo Mundo de Dvorak visto de noche
La sensación es la de llegar al Nuevo Mundo como le sucedió a Dvorak o a Lorca. No es mejor, es tan solo el corazón del mundo. A veces gripado, otras encantador, siempre diferente, lleno, ocupado y abierto. Nunca eres forastero en New York, eres como todos ellos, parte de una sopa de personas que se mueven en un caldo que te arropa. Seas migaja o carne, verdura troceada o tropezón de sabor.