Con unas pequeñas manchas cogidas de alguna obra antigua y digitalizadas para poderlas manipular después, podemos realizar collages simples si sabemos contrapesar espacios y formas, si los volúmenes de luces y sombras los sabemos distribuir en los espacios.
En esta caso las manchas no son mías, son prestadas, pero se pueden realizar muy fácilmente con tinta china dejando que aleatoriamente realicen formas y manchas sobre distintos soportes o papeles.
Sobre ellas hemos construido una pequeña historia. Un joven que anda sobre un paisaje falso, tal vez con brillos futuristas, y que mira al cielo con menos asombro del que nos imaginamos si esto sucediera hoy. Es ya una persona adaptada al paisaje. Una imagen realizada desde mi ventana sirve de base.
A partir de este relato pueden surgir decenas de ellos. Y tirando de esta escritura con manchas y sombras, podemos crear más relatos, más sensaciones. Depende de nuestras ganas de escribir historias con luces y sombras digitales.
Los adjetivos no son de ningún literato. Luego, las técnicas para trabajar con manchas y formas tampoco pertenecen a ningún artista en concreto. Están para emplearlos.