Todo se modifica en nuestros ojos, y depende de cómo queramos ver algo, así será. Y lo curioso es que lo recordamos como queremos recordarlo. Esos recuerdos se van modificando y necesitamos a veces presentarnos otra vez a las miradas de la memoria, aquellas escenas que vimos y cazamos.
Es muy posible que ya no lo recordemos así, que nos sorprenda la imagen recogida y guardada. Somos selectivos en los recuerdos de las miradas.