Las heridas nos enseñan a defendernos de las heridas.
Los amores nos enseñan a defendernos de los amores.
Las derrotas nos ayudan a defendernos de los triunfos.
Los fracasos nos ayudan a defendernos de otros posibles fracasos.
La música no ayuda a defendernos del silencio.
El ruido nos ayuda a defendernos de lo que no queremos escuchar.