El fotógrafo Steve Schapiro de New York es uno de los más reconocidos fotógrafos americanos por haber trabajado sobre todo con su sociedad más conocida y reconocida en un trabajo documental muy pegado al Séptimo Arte del que muchas veces bebe. Incansable trabajador de la fotografía no ha trabajdo solo en su estudio, sino que se acostumbraba a patear los escenarios, las calles, los espacios en donde esa sociedad americana cercana al cine se reunía o simplemente se relacionaba y vivía.En esta imagen del año 1962 podemos ver a un joven Woody Allen jugando con todos nosotros al simular que lleva: "Hormiga con correa".
Sus mejores años de un trabajo fotográfico que hoy sería casi imposible se dió en los años 60, cuando era mucho más accesible todo el personal del cine o de la vida social o política en New York, que la inmensa mayoría de las ocasiones se movían sis guardaespaldas, lo que facilitaba el contacto y la fotografía.
Siempre trabajaba desde la paciencia, desde la calma, esperando el mejor momento, y sabiendo que si su presencia molestaba o influía, las fotografías no serían válidas.
Uno de los ejemplos de la importancia del disparo del fotógrafo y de la selección que él hace del momento se puede explicar muy fácilmente con una fotografía que le hizo el fotógrafo Alfred Eisenstadt en el año 1933 a Joseph Goebbels que ya entonces era el Ministro de Propaganda de Hitler.
Disparó varias veces al político nazi que ya empezaba a preocupar a los americanos. En una ellas se veía a Goebbels muy sonriente saludando a un buen amigo. En otra se le contemplaba rígido, serio, duro en su postura. La primera nunca se publicó en las revistas de la época. Se decidió que lo que había que mostrar era al Goebbels serio y duro.