3.5.23
¿Cómo se diseña una gaviota desde cero?
La blanca belleza de las gaviotas radica en sus contrastes, en su suave plumaje blanco que más parece una piel que la suma de miles de plumas inmaculadas y diminutas.
Quien diseñó a las gaviotas pensó en varios colores, pero la mezcla de blanco, amarillo Kodak y rojo sangre fue una buena decisión. El Gabinete de Diseño de aquel día estaba sobrado de acierto. Algún error sí tuvieron, pero es diminuto y hay que perdonarlo. Debió ser el éxtasis final al ver la obra terminada. Os explico.
Esa pequeña, diminuta protuberancia por debajo de la zona roja del pico, no sé, a mi no me gusta. Es posible que allí hayan tenido que alojar la pila alcalina para que funcione, o la antena wifi, o el botón de reset. No lo sé, pero me sobra. En cambio el hueco de ventilación en horizontal es moderno.
A cambio el detalle del enmarcado rojo alrededor del ojo es de premio al diseño natural, Y la ligera línea del mismo color al final del pico para separarlo mejor de la zona de las plumas es un detalle que solo se ve de cerca, pero muy necesario para el contraste.
Entiendo que una vez acabada la gaviota, el diseño quiero decir, se dieron cuenta que había excesivo blanco por mucho que en las patitas también añadieron color.
Y fue en ese instante cuando a un joven diseñador del Gabinete de Dios se le ocurrió ponerle gris en la zona de las alas, que no molesta, quiso dar importancia al brillo del blanco, para terminar de remarcar más la cabeza.
Como en todas las empresas siempre hay un tonto impertinente que les dijo aquello de que: si el novato pide poner gris plata en las alas, él pedía poner gris marengo en las plumas de la cola.
Y como Dios aquel día estaba con pocas ganas de pelearse con nadie accedió a dar un toque oscuro en la cola. Ya digo que siempre hay tontos en todas las empresas, que incluso se conforman con añadir negro.