Que lo hayan realizado debajo de una ventana le otorga un punto añadido de ternura, de calidad, de sensación. Ni l ventana se creó para contener niños debajo, ni el niño acudió allí por la ventana, si acaso el artista.
Pero el conjunto queda muy bonito, en una Lleida que sorprende con su Arte Urbano contemporáneo.
Peor tontería es una guerra, un robo, una manipulación de la verdad, y la tenemos que soportar. Que haya dos cuerdas colgadas con unos nudos, de unas escarpias, puede ser una tontería, pero no hace daño a nadie.
Tenemos la teoría de las cuerdas, de los números, de la relatividad. Tenemos la teoría de la fe y de incluso la salvación eterna. Caben todas las teorías en el mundo de las teorías.
Puede que nosotros, tú y yo… también seamos una teoría de algo. Lo importante es que no lo seamos de alguien.
Los tamaños de las miradas sí importan dónde se ponen, para ver los contextos.
En la distancia hay que mirar más el conjunto y menos el detalle.
Podría ser todo mentira. O no.
Como siempre.
Hay un detalle de humanidad escondida, el de la señora ofreciendo un refresco a una ardilla. Y otro detalle de humanidad contundente que muestra a esa señora que abronca al pobre marido que no está jugando bien al dominó.
¿Por qué no creamos más parques verdes en una España de clima duro?
Jean Cocteau
O al menos de intentarlo si no la manipulamos, en tiempos tan fáciles de jugar con todos los medios de comunicación a través del trapicheo constante. No nos hagamos trampas con todo, dejemos que al menos la poesía siga cumpliendo su papel limpio.
Lo que a unos nos produce miedo a otras personas no. Depende de múltiples factores. Incluso podríamos decir que el miedo más terrible está dentro de la normalidad y no a través de seres extraños y horrorosos.
No hay ninguna necesidad de crearnos miedos reales. Este bicho está muerto. Disecado. Dentro de una vitrina. En un palacio madrileño, es decir lejos de tu casa.
Es muy feo, pero lleva décadas muerto. No es posible que nos meta miedo, excepto que se lo entreguemos nosotros.
Son gritos personales, pero que no sé, tal vez habría que dalos en susurro, lentamente, acercándonos al oído.
Ponerlos en la pared es desvirtuarlos.
Un grito tiene un emisor y en receptor.
Y no creo que a la persona que va dirigido este "Te Quiero" se sienta bien tras observar que lo están viendo todos, aunque no sepan para quien va dirigido.
Un "Te Quiero" debe ser de entrada muy personal y nada compartido.
La publicidad nos había engañado una vez más. Allí no se había activado nada de nada.
Tal vez todo marrón.
Incluso es posible que lo viéramos todo más duro todavía.
Los ojos de madera no son ojos de fiar.
Da gusto pasear por zonas bien cuidadas y respetadas.
Tampoco es mucho lo que pedimos, que se cuide un poco la naturaleza aunque sea plantada por los humanos en ciudades..
