Este tirador de una Droga tan famosa en Zaragoza que se llama simplemente Alfonso, es un ejemplo del empleo de los idiomas españoles anteriores a esta modernidad curiosa y que va cambiando nuestras maneras de expresarnos. Ahora ya no sabemos bien qué es femenino, qué masculino, qué neutro hay que utilizar en los plurales y qué moderno o raro hay que añadir para no molestar a casi nadie.
Una cosa son los respetos, otra aprender a cambiar las maneras de hablar con arreglo a los tiempos, y otra liarnos en un castellano lleno de trampillas, acentos, giros y dobles sentidos.
EMPUJAD
En un imperativo de usted, que casi ya no vemos en ningún espacio.
No sabemos bien si es un consejo, una orden, un deseo, un ruego de por favor a un usted relativo… o en una orden directa de que… o bien empujas o bien te quedas fuera. Tú mismo.
Ahora se utiliza más el EMPUJAR que parece más orden clara, menos seria, más activa. Faltaría transformarla en un "Empujar, puñetas" para que no hubiera dudas.
Pero esta puerta tiene sus años y claro, entonces a los clientes se les trataba de usted. Casi se les aconsejaba. Era un imperativo en vez de un infinitivo.
Estamos hablando de España, para no faltar al respeto a la puerta. Empujar puede ser otra cosa en otros países, pero también podría tener algo que ver con "pujar" o incluso con colarse en una fila muy apretada, impulsando a las personas no sabemos bien si hacia dentro o hacia fuera.
Nota.: La imagen es de nuestro colaborador Luis Iribarren.