19.11.24

Aguas verdes de un mar desteñido


Me veo repetido decenas de veces encima de unas burbujas verdes de un mar agitado. 

Es curioso lograr esos verdes naturales que no lo son pero surgen desde el mar, como si realmente las aguas de ese mar le hubieran dejado un color desteñido a sus aguas. 

Es contaminación, solo eso.


6.11.24

Seguir la luz es buscar la salida

 

Incluso cuando todo lo que nos rodea nos parece muy negro, siempre los caminos que conducen a la salida tienen algo de luz que iluminan los caminos. Seguir la luz es buscar la salida.



Aquí dentro, hubo vida


Aquí dentro, e incluso fuera, hubo vida. Había personas que adoraban estos espacios. Eran sus cuevas vitales. Pero ellas se fueron, no sabemos todos los motivos, y las cuevas se quedaron vacías de vida.

La vida es el cúmulo de sensaciones, de palabras o cariños, de vitalidades y pensamientos, de lloros y alegrías. Y todas ellas estuvieron dentro en su tiempo.

Hoy quedan los despojos, los cadáveres, las marcas, los recuerdos. Con eso solo, ya no es suficiente. Todo está muerto.

¿Nos estamos oxidando o solo es un cambio de color temporal?


¿Hacia dónde va caminando el óxido de todos nosotros, de nuestros tiempos, de nuestros modos y forma de comprender lo que nos sucede?

¿Nos estamos oxidando o solo es un cambio de color temporal?

Los óxidos se van extendiendo, dicen que son contagiosos, que no es sencillo pararlos cuando empiezan a poner color amarillo sobre las superficies.

Seguiremos observando lentamente el cambio, por si hay que actuar cuando y no haya remedio.

4.11.24

No sé si es carnero o león


Hay muchas fuentes con cabezas de leones, hay muchas fuentes con cabezas de cerneros. Tantas de todas ellas que a veces me hacen dudar.

No sé bien si es un carnero o un león. No le veo sus proporciones ni atributos. Parece ambas cosas a la vez y ninguna en concreto. 

Lleva tantos años soltando agua por su boca que está triste, apagado, alicaído. Ya no parece ni él mismo.

Una sola persona ante la inmensidad


Ante la inmensidad de un monasterio con siglos de historia, la delicada presencia de una sola persona con un libro.

No es meditar, es poner en valor a las personas y a su capacidad de seguir aprendiendo siempre.

Un libro, la soledad, la inmensidad de todo lo que rodea la escena, la calma.

Incluso el silencio que se intuye, que transmite la escena.

Recogerse es como envolverse hacia dentro, para reflexionar sobre lo que hasta ese momento somos, y sobre lo que deseamos ser después.

3.11.24

Pasear en silencio entre la historia


Por este claustro gallego, por este patio de un monasterio muy conocido, has paseando cientos de personas meditando, buscando en su interior y reflexionando qué era lo mejor en cada momento.

Sí, también orando que no es lo mismo que rezando.

En este claustro se pasea recibiendo la historia, pues las piedras apabullan. No puedes abstraerte con facilidad. La humedad, la mucha lluvia, lograr que además te sea mucho más sencillo encerrarte.

No es mal ejercicio pensar más, antes de actuar o hablar. Tener cuidado con todas las opciones posibles, para elegir una, es una buena manera de ser humanos.

Los Ángeles existen, y son verdes y torpes volando

Yo entiendo que los temas religiosos son sobre todo un asunto de fe, de FE con mayúsculas pues nadie ha visto nunca a Dios, a los Ángeles, al Demonio, ni nunca nadie ha vuelto desde el Cielo a contarnos qué menú hay allí, si se va en pelotas entre los cielos o vestidos de marca, si hace verano o invierno. 

Ya digo, es cuestión de FE.

Pero en realidad esto sucede por que no miramos a los tejados. 

Hay en Madrid un Ángel estrellado, un Ángel caído del cielo que se quedó enganchado en los tejados sobre todo como muestra de que los Ángeles existen, que son unos torpes a la hora de volar y que efectivamente, van en pelotas picadas.

Esta imagen es Madrid, no está el Ángel pegado en la fotografía sino si acaso pegado en el tejado. Y es la prueba más palpable que yo conozco, de que efectivamente los ángeles existen y son verdes.

1.11.24

Los segmentos son también un todo completo

Los segmentos de algo, son también algo. Somos los que somos, y además somos la suma de muchos trozos diferentes, que cada uno se ve desde diversas perspectivas. 

Cada segmento de nuestra personalidad es una personalidad. 

Cada trozo de nosotros, es un yo independiente, que tiene más o menos fuerza según quien lo contempla o lo disfruta o lo sufre. 

Henry Moore nos ha dejado una escultura completa a la que le hemos arrebatado un trozo determinado. 

Este segmento de un todo ya tiene vida propia. Es una obra propia. Es un cacho, pero es también un todo completo.

Otra imagen en clave baja y virada muy levemente

Continuando con las imágenes en blanco y negro y en clave baja, es decir en tonos oscuros, densos, con mucha fuerza, con incluso dramatismo, os dejo otra similar a la de ayer

En internet tenéis muchos tutoriales para lograr estos efectos fotográficos digitales en el blanco y negro. 

Es posible también y os aconsejo que lo exploréis, mezclar varias capas en clave baja, con distinta fuerza e incluso con diferente filtraje de color, y después borrar partes de cada capa o poner unas capas en diferentes modos y con diferente opacidad.

En esta caso además, al final de todo el proceso le ha aplicado un ligera viraje por curvas. Es aconsejable tener guardados diversos virajes personalizados, para que siempre os salgan con exactamente el mismo tono de color.


28.10.24

Una babosa gallega muy bella pero con miedo


¿Qué sentirá un animal débil, blandito, cuando se ve amenazado por un monstruo tremendo, enorme, que se le acerca y le hace sombra, para verlo de cerca en el mejor de los casos?

Seguramente pensará que sus tiempos vitales están a punto de acabar. Y cuando ya lo dejamos seguir por sus caminos, previsiblemente no entenderá casi nada.

¿No me chafa, no me machaca, no me pisa?

La belleza nunca hay que destrozarla, aunque se vaya arrastrando por los suelos. Y esta babosa gallega era muy bella.

27.10.24

Lleno es mucho, el espacio vacío es poco o nada


Hay niños pequeños que no saben diferenciar bien qué es "lleno" y qué es "vacío". Podríamos enseñarles pantanos en agosto o en abril para que pudieran comparar, pero también podría observar a papa y mamá antes y después de irse de casa a trabajar. Cuando se van a trabajar y cuando regresan todos cansados.

Lleno es mucho, vacío es poco o nada. 

En todos los espacios se puede dar la doble versión de estar lleno o vacío. Pero el espacio sigue sin moverse.

19.10.24

Nadie quiere huir, pero a veces hay que irse


Nunca es bueno escapar, nunca es lo más correcto, pero a veces es inevitable. Depende de la edad. Hay un momento en el que aunque quieras, no tenemos otra solución que escapar, huir, irnos aunque no lo deseemos.

12.10.24

Encuadrar jugando a fotografiar dos veces


Cuando fotografías además de ver lo que estás cazando, ya te imaginas de forma bastante acertada qué deseas hacer en la postproducción con esa imagen. Sabes que muchas veces no se quedará como la estás viendo, que la retocarás, la encuadrarás de nuevo, intentarás hablar con ella.

Luego cuando han pasado los días y la tienes ya en pantalla, a veces mantienes la primera idea y otras la cambias por algo totalmente diferente.

Pero recuerdas la realidad, el momento, que no es igual a lo que ves en ese momento en el ordenador, sonríes a veces, y juegas con ella para buscarle las cosquillas.

Diríamos que la "caza" de una instantánea en digital se compone de dos momentos totalmente distintos. 

Ya hemos cambiado de lo que era la fotografía analógica, en donde casi el encuadre era sagrado pues no sobraba mucho detalle como tuvieras una cámara normal, y tenías que afinar muy bien el disparo.

Existían retoques, suaves y todos ellos de tono o de contraste, poca cosa, y era fundamental no equivocarse en todos los procesos, desde la toma al revelado del negativo y el positivado, pues no había mucho margen de maniobrar y corregir.

Si tirabas en diapositiva no había nada. Era cuestión de acertar siempre y a la primera pues era un proceso caro y no se estaba para probar o ensayar.

Así que sí, hoy yo al menos disfruto dos veces. Dos momentos diferentes y uno me lleva al otro. Rememoro, pienso en las motivaciones, y juego.

¿Qué es la Geometría en las miradas?


La geometría es un Arte en sí misma. 

La geometría está creada para que entre por la vista.

Sin geometrías no existen las bellezas sencillas y fáciles.

Pero el detalle que las convierte en Arte es que nunca deben ser perfectas.

Una geometría perfecta es una sosada insípida a los ojos.

Su punto de irregularidad acompañada de un buen encuadre que amplie sus bondades, hacen a la geometría algo importante.

La estética es simplemente eso, geometría variable.

La naturaleza es casi siempre eso, geometría natural.


9.10.24

Ventana de Longares con un punto artístico algo apagado


Todas las ventanas tienen su punto de diseño, de Arte disfrazado, de trabajo añadido para ser agradables. Esta ventana ya en muy mal estado se encuentra en la localidad de Longares, en Zaragoza. Una ventana que indica que el edificio debió ser importante, cuidado, de alguna familia que quiso diseñar las ventanas de forma indiana, aunque desconozco su historia.

¿De verdad no son capaces los propietarios de reformarla?

La repetición de figuras geométricas, crea calma y orden


La repetición, la uniformidad, el orden simétrico o geométrico, son elementos en la composición que encajan muy bien en los puntos de vista que animan a dedicarle unos segundos de atención. 

La vista a veces quiere reclamar esa calma que ofrecen las repeticiones, esa puesta en orden. Es lo contrario a la basura que requiere desorden. Lo que no quiere decir que no pueda resultar agradable esa basura. Todo depende.

Estas son botellas de tinto para exportar desde una localidad aragonesas. Buenos vinos Reserva, que esperan fiestas para poderse abrir. Su precio no es precisamente bajo.

8.10.24

Imágenes con Inteligencia Artificial


Está en pleno debate mental al menos, el uso o no uso de las imágenes con inteligencia artificial. Ha venido para quedarse como una herramienta, y puede que no nos guste, que afecte a decenas de oficios, que empobrezca la calidad del producto final, pero todo eso dependerá de nosotros mismos.

No tanto de usar o de no usar una técnica que no va a desaparecer, como de exigirle y exigirnos a nosotros mismos que su resultado final tenga más calidad de lo que conseguiríamos sin la IA.

Es verdad que ahora está más fácil hacer imágenes diferentes. Diríamos que se ha democratizado el acceso a una determinada calidad. Pero eso tiene su parte negativa y su parte positiva. La televisión no acabó con la radio, la fotografía no acabó con la pintura.

Tenemos que saber que también la fotografía digital acabó con diversas ramas de la fotografía profesional. Y hoy nadie se pone a pensar si no hubiera sido mejor prohibir la fotografía digital. Ya no hay carros de mulos, incluso hay máquinas que recogen las uvas de las parras o vides y ellas solas las limpian y las clasifican con una sola persona que va sentada, con aire acondicionado y varias pantallas. 

Las imágenes de arriba y de abajo están realizadas —como se ve de forma muy sencilla— con IA. Yo no podría crear un escenario artificial para crear esta imagen. No existe este lugar. Recurrir a la IA es lo fácil, si esta imagen sirve para algo diferente que no sea simplemente mostrarla. 

Y no olvidemos nunca, que la máquina crea aquello que tú le solicitas. Con tu propio texto y tus indicaciones. Si lo sabes hacer bien o muy bien, el resultado será bueno o muy bueno. 

Las órdenes enviadas a la máquina para hacer las dos imágenes con la IA no difieren mucho entre ellas para lograr las dos imágenes que vemos. Pero las imágenes son claramente diferentes. Hay que aprender a dar las órdenes.

El tiempo nos pondrá a todos en nuestro lugar en relación a la IA, que además ira ampliando sus procesos. Todo dependerá del uso que entre todos hagamos de una herramienta eficaz, que está en su propia prehistoria.



7.10.24

Nos ayudamos muy poco en caminar juntos


Una pareja. 

Dos hojas. 

Divergentes, separadas, casi escapando. 

El mismo punto de vista, pero dándose la espalda.

Como no queriendo colaborar.

Excesiva normalidad en estos tiempos.



4.10.24

Caminando por la vida, sin rumbo


Caminamos muchas veces sin aparente rumbo, pero en realidad siempre vamos hacia un lugar elegido, y siempre venimos desde nuestro pasado.

No se puede caminar sin rumbo.

Incluso cuando no sabemos bien hacia donde queremos ir, ya hemos elegido.

No elegir, es elegir.

Caminamos por la vida buscando la salida, aunque a veces nos joda reconocerlo. No pasa nada, es normal que no queramos encontrar la salida. 

Incluso al nacer, en muchos casos, tampoco queremos buscar la salida.

3.10.24


Sospechemos de las manchas que chorrean dolor. 

Sospechemos de lo que no entendemos, pues ya tenemos edad como para entender todo.

Sospechemos de lo que nos quieren vender como única verdad.

Sospechemos de lo/los que viene/n con muchas ganas de gritar.

Sospechemos de lo que nos dicen en secreto, pues ya deja de ser secreto y tiene un precio.

Sospechemos de lo que nosotros necesitamos ahora, porque nos lo hayan querido vender.

Sospechemos de los que nos quieren desnudar.

Sospechemos de los que parecen venir con mucha fuerza, pero a los que nunca antes habíamos visto.



Somos idiotas, pero lo mejor es no decírselo a nadie. Ellos también lo son y no entenderían que se lo admitiéramos así de fácil.



Nadie quiere mojarse. Igual es miedo


Hay tiempos en los que debería llover más. Me refiero a las ideas. Tiempos secos, sosos, sueltos, silentes de ideas. Tiempos vacíos.

Tiempos sin sesos para intentar entender al menos, lo que nos está sucediendo.

Todos tenemos días tontos, espacios en blanco, periodos de excesiva calma aunque alrededor nuestro estén lloviendo chuzos de fuego.

Cuando no llueve ni tan siquiera dentro de cada uno de nosotros, nos vamos quedando secos, pero no hay excesivo peligro, excepto que sean tiempos excesivos.

Volverá a llover ideas.

Lo que a veces sucede es que cuando vuelve a llover nos pilla ya sin ganas de recibir el agua en el rostro.

Nos encuentra sin ganas de querernos mojar.

¿Alguien nos ha advertido alguna vez… que si no nos mojamos no es posible sentir las nuevas ideas, las nuevas lluvias en la cara?

28.9.24

Una hoja sin agua. Y con otro color


Como nunca sabemos bien qué somos, nos podemos encontrar en un momento curioso de nuestra vida con que nos digan que no somos nada.

Tenemos que admitirlo, pues es posible que los demás tampoco sean nada. 

No sabemos qué somos, y lo curioso es que tampoco sabemos qué podríamos ser si nos miraran otros seres. 

Tampoco sabemos de qué estamos compuestos, excepto de que somos en nuestra gran mayoría… agua.

¿Pero… agua y no nos desparramamos por ningún sitio?

¿Agua que sabe mantener su forma de manera constante?

¿Y qué es el agua, o de qué se compone nuestra propia agua?

Cuando una hoja natural pierde el agua se queda un cadáver de color marrón. 

Le salen las arrugas y las manchas. Se suelta ella sola de su rama y se tira al suelo que es su destino. 

Simplemente lo que ha sucedido es que ha perdido agua.



25.9.24

Una flor que emana alegria


Mirar una flor es reencontrarte con el almacén de donde vienes. La vida natural se debe almacenar en algún lugar imposible de entender. Allí, puede que revueltos, estamos las flores, las setas, los mosquitos y los humanos. Y te toca lo que te toca. 

Si tienes suerte te dan color y sales a conquistar el mundo. Si no tienes suerte te ponen gris ala de mosca y a lo sumo puedes aspirar a dar un picotazo con dolor.



Una mirilla que parece una ventana

 

No es una ventana, eso de entrada, es una mirilla grande, un espacio cerrado para mirar quien llama a la puerta. Es curiosa esta puerta llena de artilugios. Incluido un buzón que lo podían haber hecho un poco más abajo para mantener la estética de los espacios.




24.9.24

Una flor débil pero muy atrevida


Dar la cara, mostrándola sin caretas es de atrevidos.

Ser el que levanta la mirada y se ofrece a cuerpo desnudo al aire del momento, es de atrevidos.

Saber que es muy débil lo que te sujeta al suelo, es de atrevidos.

Aunque sea de color rojo para demostrar potencia lo que te agarre a la realidad.

Levantar la mirada al frente y saberte solo, es de atrevidos.

Ser diferente al entorno y que no te importe, es de atrevidos.




Tengo un amigo de trapo que cambia de color


Por encima de mi buzón, vigilando.

Yo confío mucho en mi amigo de trapo.

Tener amigos de trapo está muy bien, si son realmente de trapo.

No es lo mismo tener amigos de trapo, que tratar a tus amigos como un trapo.

Este amigo mío, el que siempre vigila el buzón, es muy servicial.

Me avisa en cuanto le meten una carta por debajo.

Se pone colorado.

Bueno, quiero decir que sigue gris…

…pero le salen los colores en los mofletes.

De la cara, sí.




Hasta aquí llegó, y no sé qué hizo después


Hasta aquí.

No quiere traspasar la línea que abre otros caminos.

Se queda fijo sin mirar al suelo, pues no lo necesita.

Solo al frente, buscando si merecía el horizonte, para saltar la línea.



No me quedé para saber qué decidió al final.

¿Para qué, si no iba conmigo su decisión?




Flores de otoño para convencernos de que todo volverá


Pensemos en flores, en esas que ya se nos están escapando por el otoño recién comenzado. Volverán. Sin duda. Incuso todavía quedan. La naturaleza es muy sabia y sabe repetirse.

22.9.24

Mosaicos de fantasmas en Toulouse


En la plaza francesa de Saint Julien, en la ciudad de Toulouse se puede ver este fantasma, este bicho de ojos fantasmagóricos que nos amenaza desde las alturas. 

Mosaicos para sorprender.



Una ventana para que entre la noche


A veces es imposible asomarse. 

En esos casos casi lo mejor es prohibírnoslo.

Así no tendremos deseos imposibles.



La naturaleza se rompe ella misma


Belleza natural de unas flores que salen desde dentro.

Contraste de colores.

Nacimiento.

21.9.24

Ventanuco francés para que entre el aire


Este ventanuco no está hecho para asomarse. O al menos para asomar el cuerpo. Si acaso para mirar un poco, para que corra el aire, para disimular.

Las ventanas son un mundo aparte en el diseño, pues muchas veces no les damos importancia. Son como elementos superfluos, pero sin ventanas no hay contactos con el exterior, que no suponga salir, exponerse.

El 45, en este caso francés


Buscando números hay de todas las clases, hermosos o feos, normales o artísticos, habituales o curiosos. Este es de Toulouse en Francia, un 45 normal pero envuelto en una fechada hermosa.

Edificio francés histórico con ventanas descolocadas


A veces mantener las fachadas crea efectos curioso, descolocados, como desdibujados. Este edificio histórico del sur de Francia tuve que mantener su fachada pero se le permitió arreglarlo profundamente en su interior. El resultado ante una fachada movida por los siglos, torcida incluso, es que las ventanas aparezcan rara, fuera de escuadra cuando es al revés.

De todos modos, su fachada debía permanecer por su particular forma arquitectónica.

20.9.24

Unas ventanas amarillas en Francia


Las ventanas vista desde el exterior pueden ser de cualquier color. Están para tapar lo que hay dentro, o incluso para asomarnos. Una ventana es aire fresco, es luz, pero es también secretos compartidos.

Los peces siguen a su líder, hasta que se equivoca


En la localidad francesa de Bagés me encontré con este grupo de peces de madera navegando por una pared. Preciosa manera de creer en el mar como elemento que transmite tranquilidad.

Como sucede casi siempre, se guían por un líder que los mueve en la dirección correcta. Si se equivoca cambian de líder. Cosas de los peces, que a los humanos nos cuesta aprender.

Pequeño altar en un pasillo entre edificios franceses


Hay rincones encantadores en todas las ciudades. Todo depende muchas veces de encontrarlos pues no suelen ser muy conocidos.  Esto es el Sur de Francia, Ceret en la Cataluña francesa.

Un callejón que necesita tener —en el pasillo que sirve de encuentro entre los dos edificios— un santuario pequeño. Un altar para los vecinos de las casas, que santifique la zona. Puede parecer muchas cosas pero sobre todo es un bello detalle de convivencia.



El 12 es un número completo y complejo


El 12 no sé si será un número mágico o no, pero se lo merece. Es hermoso, múltiplo de muchos, representa una docena de casi todo, y dice que representa la intuición, la voluntad, la unión de cuerpo mente y espíritu, el positivismo, la energía pura y la perfección. Son ciclos, es la renovación, el espacio anual, la complejidad, lo que va sucediendo hasta empezar de nuevo.

Os dejo un 12, pero cuidado, es francés, de Colliure. Así que no intentéis hablar con él, es posible que no os entienda.


19.9.24

Es una sombra. Pero tiene solución


Ante la naturalidad de lo natural, siempre surge la sombra que nos hace dudar. Es la vida, muchachos, y para eso hemos sido programados por nuestra educación. Para desentrañar las sombras.

Huesca en su estado verde de otoño


Colores naturales y sencillos. Colores de los que podemos ver en los campos, disfrazados de naturaleza. Verdes de mil colores, marrones y rojos disimulados. Huesca en su estado verde de otoño.

Los verdes pueden ser infinitos en la misma planta. Pueden ir desde los azules verdosos a los verdes manzana o los verdes botella suaves.


Luces y colores para engañar


Sin luz no hay formas. 

Sin colores no hay tantas sensaciones.

Sin imaginación no hay manera de saber qué estamos viendo.

Podemos dejarnos llevar y sentir que nos están engañando.

Pero eso ahora… está de moda.




Los clavos siempre son importantes


Sin clavos no sería posible entender que forma parte de una puerta. Necesitamos agarrarnos a algo para ser algo.

13.9.24

A veces una hoja puede contra el metal


¿Qué sucede cuando a unos cadáveres de metal lo inundan las verdes hojas sin miramiento que lo quieren tapar?

¿Acaso la naturaleza quiere apropiarse de lo que construimos los humanos?

¿No puede defenderse el duro metal oxidado de la frágil naturaleza verde suave?

11.9.24

Texturas textuales sin textos


No es sencillo que nos atrapen formas casi textuales, sin ser textos, texturas que no lo son, trozos de elementos que sacados de su contexto dicen otra cosa.

Debe tener la vista mal y por eso me gusta atrapar lo que no es sencillo de ver.

10.9.24

Excesivo Arte en una sola imagen


Podemos juntar en una sola imagen varios condicionantes curioso. En la Estación del Arte del Metro de Madrid hay una persona haciendo Arte. 

Música de su país con una especie de violín chino llamado erhu o nanhu.

Hay una cámara de vídeo que nos graba a todos y se observa en la zona alta a la derecha. Y un cartel verde que nos indica la salida, que casi invita a salirnos de la escena.

Parece una situación calmada, casi silenciosa aunque entendemos que está sonando una música que nos imaginemos. Pero hay un exceso de ítem visuales. 

Y protagonizando todo, un hombre que parece puesto contra la pared, casi castigado a tener que tocar su instrumento para lograr unas monedas.

Las prohibiciones a medias que consentimos


Como es lógico las calles están llenas de millones de personas. Incluso en una ciudad grande hay cientos de miles de personas paseando, ocupando las calles. Y eso son cientos de miles de posibilidades prohibidas de reflejar posturas, miradas, rostros, siluetas, acciones.

Estéticamente las personas en las calles son un complemento imprescindible. Nadie se imaginaría las calles vacías, excepto en cierto tipo de historias. Pero lo curioso es que no nos podemos mirar, y mucho menos atrapar con un cristal fotográfico.

La privacidad es muy alta, excepto cuando es en países alejados, en donde ya las cosas cambian, a base incluso de pequeños engaños entre todos. 

Podemos mostrar guerras, sociedades de hambre y miseria, pero no es posible pasear por tu ciudad y fotografiar a personas. 

Incluso tampoco monumentos y ciertos edificios, con derechos de autor. Es como si todos tuviéramos que vivir en un mundo ficticio, en donde nada se puede retener en la memoria. 

Podemos ir dejando pistas por las calles a través de y con nuestras tarjetas de crédito, con nuestros móviles que son capaces de decir a qué lugar vamos y cuanto tiempo vamos a estar allí. 

También se puede saber con qué otros teléfonos móviles —de personas en concreto— nos hemos juntado, acercado, parado y hablado equis segundos o minutos. 

Pero no podemos mirar con nuestros ojos la figura de una persona para que no se sienta ofendida. Seríamos considerados unos mirones asquerosos. 

Es curiosa la forma que tenemos —como sociedad— de permitir unas cosas y prohibir otras.

¿Tendría que haber desenfocado más al señor de la bolsa roja?

9.9.24

Pedir PAZ con una mano blanca levantada


De una obra de Sybil Coovi vi una serie de manos blancas que me inspiraron para atrapar una, como modelo de PAZ imposible.

Ahora que ya no sabemos bien qué es eso de Paz. ¿Se nos ha olvidado o nos la han robado?

Parece la escultura decir BASTA, pero creo que nadie la quiere ver así, debe ser porque para los que no sufrimos las guerras todo nos parece muy lejano, y para los que lloran sangre por tenerlas encima, no se les deja tener ni voz ni opciones de revertir sus dramas.

No sirve de casi nada recordarlo, pero no quiero callarme porque me lo digan otros a los que no conozco y nunca dan la cara. 

La humanidad está enferma. Y no hay medicación que no sea la administrada por nosotros mismos.