1.4.24

Una Ley de Fin de Mundo, no escrita


Nadie se quería sentar. Así que sucedió lo lógico en estos casos. El Fin del Mundo invadió los asientos y tomaron posiciones. Enseguida se apoderaron del descanso y todos tuvimos que seguir de pie si queríamos seguir funcionando.

Lo curioso es que además no nos tuvimos quejar de que no procuraban nuestro descanso, ues nos tuvimos que oír que nos lo habían ofrecido y dejamos que crecieran telarañas.

Si no cuidados lo poco que nos ofrecen, al final además de perderlo, nos considerarán culpables y lerdos. Es Ley de Vida, o incluso ley de Fin de Mundo.