Aquí no vemos tres colores, sino al menos tres tonos

Aquí no vemos tres colores, sino tres tonos.

Al ser de la misma gama, aun siendo tres azules diferentes, podríamos hablar de tonos más que de colores,  de intensidad dentro de la gama de loa azules fríos, acercándose algunos tonos a los blancos y en otros tonos incluso a los negros o a los azules grisáceos.

Muchas veces, sobre todo cuando jugamos con texturas, no salirnos de la gama de color ayuda a complementar el conjunto. Aquí el contraste se logra solo por tono, por luz y sombra y no por color, pero tampoco es un blanco y negro o una imagen sin saturación.

Azules y amarillos peleándose por el espacio

No siempre el algo es algo. 

Otras veces la nada logra ser algo. 

Incluso parte de la nada deja de ser nada. 

Todo depende de lo que cada uno de nosotros queramos ver, sentir, hacer.

Sé que no es nada.

Pero me atrapa ese juego de azules cían y amarillos sucios.

Decorar con tres colores y que encajen

Tres colores con sus tonos, tres formas de ver la decoración jugando con el color. El gris encaja con todo. Los naranjas cálidos conforman la intención, la luz, la fuerza, incluso la calma al estar acompañado del gris. 

Añadir el verde es el contraste, el toque de diferencia, el de escapar o el de salir.

Si sabemos mezclar estos tres colores bien, jugando con verdes amarillentos y poco azulados, con toques de color en inferioridad de tamaño, de espacio ocupado, puede funcionar. Aquí el gris ligeramente azulado se apodera de todo, y el resto son comparsas.

Las miradas que no se conforman con mirar solo al suelo

Es una escultura, pero también es un buen detalle que decora. Si lo observamos de cerca tendemos a ver casi un estorbo, pero en realidad juega con un efecto visual curioso.

Rompe la pared, rompe el suelo, crea una esquina artificial y temporal que ni asciende totalmente hacia arriba, ni es recta, mostrando una inclinación que no molesta pero juega con nuestro punto de vista.

Ya solo queda señalar la dirección de las aguas, como si efectivamente, esta pieza hubiera estado colgada.

En realidad es todo lo contrario. Lo qe nos parece suelo es en realidad una pared vertical. Esta pieza está sobre nuestras cabezas, mirando al cielo, recibiendo las lluvias que la marcan.

Cosas de las miradas que no se conforman con mirar solo al suelo.

Un cardo borriquero para abrir boca cerrada

Sin ánimo de insultar a nadie, aunque ganas no me faltan, os dejo un cardo borriquero aragonés, que es el momento bueno para no cogerlos, pues pinchan. No hay mucho más que explicar, es un simple cardo borriquero. Y punto.

Es todavía un plumón blanco radiante

¿De quien será? ¿Un bebé? No sé, yo creo más bien que de la tripa de un adulto que se peleo con alguien. Es delicado, un plumón suave que se queda pegado entre los dedos, que a un ligero soplo se pone a volar. Alguien se quedó con un plumón de menos.

La Inteligencia Artificial no acabará con los escanistas

No sabemos bien qué camino emprenderá el Arte en general y la fotografía en particular con la Inteligencia Artificial. De momento mi consejo sería que aprendiéramos sin odio, con cuidado, buscando la especialidad, pues tienen muchas opciones y también se puede destacar en calidad si se sabe emplear o utilizar con profesionalidad. 

No todos vamos a ser iguales en el empleo de la IA, y aunque muchos podrán hacer cosas que antes solo podían hacer los profesionales, no será muy diferente a cuando los escanistas como profesión muy bien pagada fuimos orillados por una maquinitas de 5.000 pesetas en vez de las de 30.000.000 de pesetas. 

Con la IA no será la primera vez que desaparecen oficios por la llegada de nuevas tecnologías.

Para los coleccionistas de Tapas de Alcantarillas

Hay coleccionistas de tapas de alcantarillas. Bueno, no, de fotografías de tapas de alcantarillas. Para las tapas reales no han podido inventar todavía un libro álbum para guardarlas ordenadas.

Esta alcantarilla es de Turín y me la envía Luis Iribarren y es una fotografía de Maite Aparicio. 

Elegante, limpia, sencilla pero geográficamente muy interesante y bien diseñada. Turín no es Tokio, pero tiene su punto con las alcantarillas.

Hay que recordar que una alcantarilla es un ventana hacia abajo, pero tapada.

Una bella flor recogedora de colores

¿Qué es una flor recogedora? Pues depende del tiempo. Puede serlo para provocar a los insectos, o para pillar gotas de rocío o de humedad si los tiempos son africanos. 

Ls flores recogedoras son como los humanos con Síndrome de Diógenes, que intentan pillar todo lo que van encontrando sin dueño claro, y se lo guardan por si acaso.

Plumón de un ave que duerme libremente en mi vivienda

La delicadeza es tan sutil, tan suave y a su vez tan poco cuidada, que no es sencillo encontrarla de forma segura. 

En cambio es muy posible que de forma aleatoria te la encuentres sin querer buscarla. 

La suerte no es tanto encontrarla, como saber detectar que es delicada y curiosa.

¿Para qué sirven las ventanas?

Hay muchas maneras de observar las ventanas. 

Siempre son curiosas. 

Siempre son necesarias.

No se podría vivir sin ventanas que se abrieran de par en par. 

Son cosas de las necesidades vitales para asomarnos y dejarnos ver.

Para intercambiar los aires.

Florecitas que quieren dar luz

Un manojo de flores diminutas que se agrupan para dar más color.

Julia permanece estática en Madrid

Todas las esculturas tienen múltiples maneras de ser contempladas. Incluso de ser imaginadas, de ser soñadas. 

El autor sin duda, pero también nosotros cuando las observamos.

Esta escultura es de Jaume Plensa y está en Madrid. Se llama Julia, y efectivamente, tiene su propio nombre.

La geometría circular a favor del Arte Natural

Las flores son casi todas redondas para imitar al sol. Aunque también es posible que el círculo sea la forma natural del universo. O que para crear belleza, utilizar las formas redondeadas sea lo más sencillo.

Somos redondos aunque seamos aguileños para disimular.

Fotografía de la Reina Isabel II de España

De la Reina de España Isabel II se guardan varios retratos de la época, pues fue en sus años de reinado cuando ya la fotografía funcionaba para las élites y era un invento que estaba revolucionando la nueva forma de verse plasmados para la posteridad, tanto reyes como personajes de grandes fortunas.

Esta fotografía atribuida a Jean Laurent Minier es (se cree) del año 1860 y en ella vemos a la Reina Isabel II posando para varios fotógrafos en un momento en el que como sucede actualmente, se les convoca a varios de ellos y se posa para todos. 

Llevaba el traje de gala y un buen número de condecoraciones en todo el cuerpo, incluida una corona diadema con flores de lis. 

Isabel II llevaba ya 27 años de Reina y no sabía que ya solo le quedaban siete para ser derrocada por la Revolución de 1868, llamada la Gloriosa o Revolución de Septiembre o la Septembrina, que dio origen cinco años después a la I República.

Realmente para un catálogo de decoración

Me encontré esta luz artificial iluminada con luz natural y la recogí con mi luz fotográfica. Dos colores, dos tipos de luz y una fotografía. 

Parece decoración y puede que simplemente sea eso. 

La persona que los montó en su fachada tal vez, simplemente se dejó llevar por un catálogo. 

Es casi seguro que dentro, viva alguien de verdad.

¿Para qué hice esta imagen? Yo no lo sé

Este pequeño trabajo mío que vemos arriba, encontrado por casualidad y que muestra un ejercicio realizado mientras buscaba formas para una portada, es ya muy viejo. 

Lo encontré mientras buscaba cosas para tirar, para hacer espacio, y creo que se merece salvarlo de la papelera, tal vez simplemente por su edad.

Cuando te encuentras algo sin esperarlo, sobre todo cuando es una pequeña obra creada vete a saber bien para qué o por qué, uno se alegra. 

Yo me alegro. 

Me veo reflejado en ella y siempre que me sucede algo similar, me pregunto por el motivo de mi olvido. Sé que es mía pues en realidad lleva la firma aunque ahora no sea capaz de mantenerla.

Algo vi en ella para no recordarla con el tiempo, algo demuestra que no era eso lo que buscaba, pues además por ese hilo no he seguido. 

Tampoco sé para qué la quería, qué deseaba hacer con ella. Ni qué fue lo que la sustituyó. ¿Por cuál otra la cambiaría en mi decisión final?

Por todas estas dudas la mantengo en mi cajón digital otra vez, hasta la próxima ocasión en que me la encuentre, y yo me vuelva a realizar las mismas preguntas.

Anna Moneymaker y su fotografía de Donald Trump

Hay imágenes que son mucho más que fotografías, forman parte de la Historia por el momento, la instantánea, el encuadre y la historia que nos cuentan. Aquí vemos a Donald Trump, tirado en el suelo, tras el ataque sufrido en el mitin de Butler (Pensilvania).

La fotografía realizada por Anna Moneymaker para Getty Images es perfecta. Muestra la fragilidad de una persona poderosa, enseña al poder doblegado y ya en el suelo, pero a la vez nos muestra el sistema defensivo que enmarca la tragedia evitada.

Su trabajo como fotógrafa norteamericana se centra en muchos temas notables que rodean la política, las artes y las humanidades en los Estados Unidos. 

Desde julio de 2019 hasta junio de 2020, cubrió el Capitolio y la Casa Blanca como pasante de fotoperiodista para The New York Times.

En Asturias el agua es libremente natural

Agua casi en exceso desde Taramundi en Asturias. Agua imprescindible para que viva la vida.

Agua para que sigan existiendo latidos en la naturaleza de la vida.

Para que el mundo siga girando alrededor de nuestros sueños aunque a veces sean destructivos.

Agua para que siga viva la vida natural sin que nosotros podamos hacer nada pues ella es más potente que nosotros.

Flor para un gin tonic

Vamos a poner un poco de olor digital, teórico, intencionado y pensado, pero imposible, lo sé. Es flor de menta, hay que acercarse mucho y ya sé que en medio tenemos el cristal de la pantalla. Cachisla. Bueno, fiaros de mi. Oler bien, huele muy bien. Y si cortamos unas hojitas a la planta, para un gin tonic le va de maravilla. 

¿Qué separa a unos mellizos de ser unos gemelos?

¿Qué separa a unos mellizos de ser unos gemelos? Posiblemente sea leves puntos de origen. Pero la verdad es que al final es la propia línea de vida personal los que los separa.

Descosido, roto, recosido, rajado

A veces un roto se resuelve con un recosido, otras un roto es como un descosido que permanece escondido entre las costuras. También es cierto, que todo depende de la mirada que le pongamos, y de las ganas que tengamos de asumirlo.

Un roto se arregla de malas maneras, pero se arregla. Aunque la debilidad siempre queda, y las opciones es que se vuelva a romper por el mismo espacio del descosido. 

Casi lo mejor es comprarse un pantalón nuevo. O un edificio. O una Ley. O un Sistema.

Las flores y sus colores potentes

Vamos a ponernos un poco de color con una flor roja sangre, roja violenta. Es increíble la fuerza de los colores de la naturaleza cuando ella quiere. En las flores por ejemplo. Llaman la atención a los insectos para que nadie se despiste. Son Amarillos Kodak, Rojos Sangre, Violetas morados. Pueden ser incluso Blancos Marfil pero menos, pues cuando eligen el blanco prefieren el Blanco Novia.

Jeff Wall y sus fotografías cinematográficas y pictóricas

El fotógrafo canadiense Jeff Wall «sólo» ha producido doscientas imágenes (obras terminadas y aprobadas por él) en su vida, y eso desde 1978 (fecha de su primer cuadro registrado) hasta la fecha: es decir, una media de 4 o 5 al año. Sus obras no son instantáneas sino cuadros fotográficos y cada una de ellas aumenta y vuelve más compleja una idea propia de temas, motivos y figuras, atravesada por todo un juego de montajes cinematográficos y puestas en escena.

Entre los polos de lo «cinematográfico» y lo «documental» –según sus propias palabras–, Wall ha conformado una red de creaciones y motivos que atraviesa los modos y géneros de la tradición pictórica. Son como iconos del cine o de la pintura, pero realizados a través de la fotografía. 

Convierte a la fotografía en un Arte de muy pocos ejemplares, al contrario de lo que es la saturación actual de esta forma de expresarnos.

A lo largo de su trayectoria, Jeff Wall —como decía antes— solo ha producido unas 200 imágenes. La mayoría son de gran tamaño lo que dificulta su transporte y encarece el montaje. Esto rompe con la noción habitual que todos tenemos de la fotografía, que se consolidó como un medio fácilmente reproducible y hecho para circular en revistas y libros.

Jeff Wall hizo sus primeras fotos para una publicación: eran en blanco y negro e iban asociadas a un texto, como la mayoría en el arte conceptual, del que se aburrió enseguida. Y decidió crear "su" propia forma de entender el Arte Fotográfico.

Soy un enamorado de las flores cortadas

Yo soy un enamorado de las flores cortadas, me encantan las flores cortadas. Las que corto yo al encuadrar, claro que sí. 

Las flores arrancadas no me gustan. 

Son flores muertas, cadáveres de flores que están a punto de pudrirse, de marchitarse, de quedar convertidas en nada. 

Deben ser manías mías.

Necesito manchar papeles. No estoy muy seguro del motivo. Aunque lo intuyo

Llevaba detrás unos días, de rayar unos papeles. Tal vez en mi subconsciente querían que estuvieran como yo, rayados. Es un desahogo, casi una necesidad mental. No siempre es posible explicar lo que la mente te pide, esa es precisamente su complejidad.

Hoy he rayado este papel, de forma digital.

No es lo mismo, lo sé.

No abandono la sensación del lápiz o del grafito rascando en un papel grueso, pues eso sí es insustituible. 

pero es ya el primer paso para intentar vaciarme.

Existen otros muchos mundos que no vemos

Todos conocemos un mundo habitual, el que esperamos encontrarnos cuando miramos. Pero existen otros muchos mundos que no vemos ni sabemos que existen. Realmente el mundo que consideramos único es tremendamente más complejo y variado de lo que nos podríamos incluso imaginar.

Hay países que desconocemos, aunque esto nos parezca imposible. Miles de ciudades de las que desconocemos todo. Si nos ponemos como ejemplo el tamaño de Zaragoza, hay aproximadamente unas 1.000 ciudades en el mundo más grande que nuestra ciudad.

Pero si creciéramos descomunalmente, por ejemplo si fuéramos 1.000 veces más grandes que ahora, veríamos un mundo inimaginable que no imaginamos. Lo mismo si fuéramos capaces de reducir nuestro tamaño 1.000 veces hasta tener menos de 2 centímetros de altura.

Dependemos de nuestra proporción y de nuestro punto de vista, además de nuestro entorno. Pero lo cierto es que existen elementos un millón de veces más grandes que nosotros y otros elementos que son un millón de veces más pequeños. Incluso hay elementos a un millón de años luz de distancia, de los que desconocemos casi todo.

Curiosamente esa 208 estrellas que están a más de un millón de años luz de distancia, siguen perteneciendo a la Vía Láctea, que es nuestra casa. Hay estrellas a 28.000 millones de años luz.