18.8.24

Las fotografías antiguas son historias


La fotografía antigua, la fotografía de más de un siglo de antigüedad es un lujo. Representa casi la prehistoria de algo que hoy todos tenemos en el bolsillo y que entonces solo podían realizar profesionales.

Pero sobre todo nos recuerda a personas, familiares, lugares, vestimentas y modos. Este hombre se llamaba Julio, era inspector de Tranvías de Zaragoza y murió muy joven por un cáncer, antes de la Guerra mal llamada civil.

Lo vemos ahora con ese pañuelo al cuello, su posible reloj de cadena en el bolsillo, y aunque yo no lo conocí, me lleva a verlo casi con vida pues algunos familiares posteriores se parecen a él.

Una fotografía antigua nos dice mucho. Sus modos y formas de ser, de vestir, pero a la vez, la continuidad de sus formas y rostros, de sus miradas, que acompañan a lo que hemos sabido de él.

No tiréis nunca las fotografías de vuestros antepasados. Se pueden ver en rastros o mercadillos a precios irrisorios, pues su valor es el de la familia.