Fallecidas por edad, por ruptura inevitable, por uso incluso.
Ya no están, cambiadas por lógica, arrancadas para dejar paso a las jóvenes.
Vuelve el espacio a un uso lógico, el de permitir el paso de la velocidad lenta, de los viajes.
Todo cambia, pero tal vez han sido excesivos meses para una obra que debería haber sido mucho más rápida.
Es la vía del Canfranc por Anzánigo.
Excesivos años esperando.