A veces mantener las fachadas crea efectos curioso, descolocados, como desdibujados. Este edificio histórico del sur de Francia tuve que mantener su fachada pero se le permitió arreglarlo profundamente en su interior. El resultado ante una fachada movida por los siglos, torcida incluso, es que las ventanas aparezcan rara, fuera de escuadra cuando es al revés.
De todos modos, su fachada debía permanecer por su particular forma arquitectónica.