El otro día un amigo, Luis Iribarren, me mandó una imagen de playa y me advirtió que parecía una obra de Mark Rothko.
La abstracción es infinita en la vida común.
El expresionismo abstracto es sensaciones, imaginar algo a base de sacarlo como un grito, una expresión, una manifestación desde el interior.
Dos toques, una vuelta de tuerca, y efectivamente, aquellas aguas parecerían una obra de Rothko. O no. Y efectivamente se parecen más al NO… pues no he querido darle la limpieza ni los colores vivos.