24.9.24

Una flor débil pero muy atrevida


Dar la cara, mostrándola sin caretas es de atrevidos.

Ser el que levanta la mirada y se ofrece a cuerpo desnudo al aire del momento, es de atrevidos.

Saber que es muy débil lo que te sujeta al suelo, es de atrevidos.

Aunque sea de color rojo para demostrar potencia lo que te agarre a la realidad.

Levantar la mirada al frente y saberte solo, es de atrevidos.

Ser diferente al entorno y que no te importe, es de atrevidos.