29.4.25

No da igual si son feos o guapos


Sí, no son hermosos, o más bien, son feos de… son muy feos. Pero tiene su punto, tienen si aquel.

Las esculturas son de una exposición, pero la fotografía es mía. Ya no sé nunca en donde se esconde la propiedad de las cosas.

Me pregunto si ellos se creen guapos o se saben feos. Pero no saben responderme.

28.4.25

Círculos de piedra para entrar en los hogares


De tal manera ha tomado el ser humano el círculo como algo fundamental en sus vidas, que incluso en los elementos más simples y sin ninguna necesidad lo ha intentado copiar, imitar.

Este es el suelo de una casa de labranza aragonesa. La vivienda en donde nació Miguel Servet.

La entrada a la casa en donde el suelo se ha construido hace varios siglos de eso, con cantos rodados del río, puestos precisamente “de canto”, para no resbalar.

Esto se hacía sobre todo en las entradas a las casas cuando en las calles había mucho barro y era complicado entrar a las habitaciones sin dejar huellas de esas basuras urbanas.

En este caso en concreto, además, era la entrada a la casa de las personas y de las caballerías, pues el acceso a las caballerizas se hacía desde la misma puerta. De esta forma esta construcción de piedra de canto servía de alfombra para limpiarse parte del calzado, fuera humano o animal.

El círculo era un motivo ornamental de un suelo que estaría casi siempre sucio, pero embellecido por esas construcciones circulares.

Crear es romper paredes habituales

 

Las personas que crean, que intentan crear, que deseamos crear, sabemos que hay que romper paredes, espacios, puntos de vista. Hay que intentar poner o añadir o transformar sobre nuestro propio punto de vista, y muchas veces sobre "cosas" que son habituales, normales y que todos tenemos ya claro cómo son.

Por eso muchas veces lo que se crea resulta una locura cuando no una completa tontería. Es lógico, pues lo miramos y lo vemos desde un punto de vista habitual, normalizada. No solo hay que crear algo nuevo, sino lograr que te lo admitan como "algo" y no como un error pasajero.

Pero dentro de esa construcción, de esa posible novedad, se ha trabajado para cambiar el punto habitual de algo desde la experiencia, desde el deseo de hablar desde la novedad. 

A veces se consigue y a veces no.

Esto lo entendemos con facilidad en el Arte. pero es lo mismo en cualquier tipo de investigación. Científica, económica, social, etc. A veces los avances o los cambios vienen desde un punto de vista… no ya solo diferente sino incluso loco.

Imaginemos el tema de las vacunas o de la propia auto defensa de las enfermedades. Si hace siglos les dijéramos a los científicos de entonces que la mejor manera para curarse era que te introdujeras la propia enfermedad, te llamarían loco.

En el Arte es mucho más sencillo todo, pues los experimentos salen muy baratos y si te equivocas y no avanzas, no sucede nada. Es una simple exploración fallida. Pero eso facilita también que se puedan multiplicar las abstracciones, los puntos de vista, las pruebas y los errores. Las locuras en explorar caminos imposibles, pero que sirven para abrir ventanas pequeñas.

En el Arte, además de romper las paredes habituales, hay que provocar. 

Creo yo, no estoy seguro ni de eso. 

Nadie está seguro de nada, menos todavía los que dicen que están seguros de todo.

Conformarse con lo que ya tenemos no sirve de mucho. 

Más ahora en tiempos de IA en los que las máquinas ya nos han copiado a nosotros mismos y saben reproducir en todos los ámbitos lo que ya hemos hecho, tras pulirlo, darle cera, ordenarlo y limpiarlo bien de polvo. Una de las mayores obras de Arte de este siglo XXI es precisamente la democratización de la Inteligencia Artificial, al repartirla gratis para todos.

27.4.25

Con lo mínimo puedes crear mil imágenes

Con los mínimo elementos visuales podemos jugar a las luces y las sombras. 

Con ellos mismos podemos disfrutar tocando ideas e imaginando nuevos caminos expresivos. 

Incluso con esos mínimo elementos, podríamos imaginarnos decenas de ideas, pues según nos giramos nosotros, se van moviendo, cambian las sombras, las formas, los finales. 

No hay unos elementos simples, hay un conjunto que se auto multiplica él sólo, según lo miramos nosotros desde diferentes alturas o posiciones. 

Es la escultura simple.

Es la fotografía de esa escultura simple y sencilla, con la ayuda de tu punto de vista y muy pocos elementos.

Un cadáver natural muy perdido


Sé que lo sabes. Es una hoja muerta, es el cadáver de una hoja que ya no es una hoja. Es un detalle de la vida y la muerte, tal vez duro si lo trasladamos a otros espacios vitales.

Pero es lo que es. No hay nada más que esto, que eso. Aunque sin duda nos hace ilusión creer en otras cosas pues nos simplifica el tránsito.

Tal vez si fuéramos capaces de entender qué somos, seríamos mejores. O tal vez no queremos ser mejores para no tener que entender qué somos en realidad.

Ante la duda me conformo con mirar, con intentar entender, en vivir el momento, sin moverme por si acaso, e intentar pequeñas felicidades de pequeñas cosas.

Libro sobre El Círculo como elemento que nos envuelve


En un blog la entrada de texto más nueva, la que has publicado antes, se coloca encima de todo, de todas las demás. 

Si quieres publicar los capítulos de un libro, las páginas de un libro, tienes que empezar por publicar las del final lo primero, para que permanezcan abajo del todo.

Este es un libro sobre los CÍRCULOS, esa figura amable y cotidiana que tenemos en muchos elementos que nos rodean, o en muchos de los elementos a los que rodeamos y adoramos.

Esta es su PORTADA, el inicio, y a continuación puedes ir bajando hacia entradas más antiguas, todas seguidas y podrás leer (y ver) el libro completo.

Yo… me he entretenido. Y con eso ya quedo contento.

A modo de prólogo de un libro que comienza


Comienzo


Quiero hablar en estas páginas del círculo, de los círculos y circunferencias que nos rodean, que nos dan la vida, que vamos creando en una sensación ancestral, admitiendo sin querer que el círculo es mucho más que una figura geométrica. Es también símbolos y realidades que hemos ido utilizando para muy diversos usos y motivos no siempre materiales, o al contrario casi siempre no materiales sino espirituales.

Y por eso he querido comenzar mostrando el Planeta, la Tierra, nosotros como diminutos especímenes dentro de un círculo, de una esfera que da vueltas.

Existe el círculo, vivimos dentro y encima de un círculo, que en realidad es una esfera que no somos capaces de ver de forma individual, pues no nos damos cuenta de su grandiosidad; incluso todavía hay algunos que piensan que ni eso es cierto.

Estamos pegados al círculo, a la esfera, para no caernos a la nada. Cuando en realidad ya somos nada. Esa esfera es una de miles y miles que flotan sobre algo que no entendemos y que a veces llamamos Universo.

No creo que yo sea capaz de aportar mucho al conocimiento del círculo como elemento ancestral, religioso, social, cultural. Jugaré con mostraros círculos, con jugar con ellos, con soñar con el círculo que me sujeta y que tengo debajo de mis pies. O de los tuyos.

Pero no quiero dejar de nombrar las tres posibles definiciones muy diferentes pero que a veces nos llevarán a caminos paralelos.

La Circunferencia, el Círculo y la Esfera.

Sería como intentar hablar en este pequeño viaje de una Circunferencia y solo referirnos a ella como un borde redondo. Escribir del Círculo y referirnos a una figura redonda pero plana, y a la Esfera como si estuviéramos hablando de una bola redonda y ya no plana.

El borde de un plato, todo el plato y ese plato convertido en una pelota.

No solo voy comentar detalles de los círculos, pues las diferentes culturas han dedicado valor durante la historia a la figura que a veces simplemente era redonda, y no se entraba a poderle añadir más realidades posibles.

Circunferencia si estaba vacío, círculo si estaba llena, esfera si era en relieve.

Y decidimos comenzar el libro


Ya es la hora.

Comencemos.

Es un libro de casi 130 páginas que puedes leer paso a paso bajando por más de 60 entradas, una debajo de la otra. Cada una de ellas contiene dos páginas, la de la imagen y la del texto. Diviértete.

La Naturaleza sabe dibujar círculos con suma facilidad


Tras la línea, nada es más sencillo que dibujar un círculo.

Un punto central sobre el que estiras una cuerda o algo similar, y la haces girar hasta que se vuelva a encontrar con su inicio.

Ya has construido un círculo casi perfecto.

Un círculo no necesita nada más para iniciarse en su construcción y por eso es de las primeras figuras que se dibujan en la historia del hombre.

La propia Naturaleza sabe construir círculos con suma facilidad, como iremos viendo en estas páginas.

Los círculos naturales son tremendamente habituales, solos o complementándose con otros círculos o con líneas..

26.4.25

Lugar de oración o ceremonias en Escocia


En Escocia, cerca de de la pequeña ciudad de Inverurie, hay un antiguo círculo de piedras llamado Easter Aquhorthies. En el mundo hay varias construcciones circulares de este tipo.

Es uno de los ejemplos mejor conservados de piedras clavadas en el suelo y colocadas en forma circular, con todas sus piedras verticales originales aún en pie.

En Escocia, cerca de de la pequeña ciudad de Inverurie, hay un antiguo círculo de piedras llamado Easter Aquhorthies. En el mundo hay varias construcciones circulares de este tipo.

Es uno de los ejemplos mejor conservados de piedras clavadas en el suelo y colocadas en forma circular, con todas sus piedras verticales originales aún en pie. Este sitio data del Neolítico y la Edad del Bronce y con unos 5.000 años de antigüedad es notable por la elección de colores de las piedras, un juego de policromía entre el gris del granito y el rojo de la jadeíta. ¿Cómo pudieron levantar esas piedras?

Como en Stonehenge, la disposición de las piedras apuntan a alinearse con la disposición del sol o de la luna en ciertas fases, una característica que plantea preguntas sobre los conocimientos astronómicos de sus constructores. Algo que también los egipcios o los aztecas tuvieron en cuenta a la hora de sus construcciones más importantes e icónicas.

La piedra horizontal es la que se conoce como la "recumbent stone". Esta piedra está típicamente ubicada en el lado sur o suroeste del círculo, está flanqueada por dos piedras verticales más altas, llamadas “flankers". No había otras piedras horizontales uniendo las verticales.

La singularidad de los círculos de piedras recostados radica precisamente en esta disposición específica de una gran piedra horizontal flanqueada por dos verticales que indicaba un punto de atención, de mirada, como si fuera una especie de lugar de atención, un altar.

Estos círculos de piedras pudieron tener un papel importante como calendarios lunares, lo que permitiría la identificación precisa de las diferentes partes del ciclo de los cultivos agrícolas.

Posiblemente era un lugar de oración o de ceremonias, formado en círculo. Sus 11 piedras verticales con una única piedra horizontal más baja de altura.

Pinturas rupestres circulares en México


Estas pinturas rupestres están en el Municipio (Comarca) de Tecozautla, en México. Sobre una roca al aire libre representan 13 figuras humanas con dos círculos y un sol, más una gran serpiente.

Aquí solo vemos una figura masculina y los dos círculos sin el sol, que está muy próximo a estas pinturas rupestres.

Estos círculos no son el sol, que lo representaron además con rayos como hacen los niños en sus primeros dibujos.

Pero pueden ser sus casas, los hogares, o unos lugares de oración.

En los cerros del Huiztli y de la Mesa en Huapalcalco han ido representando animales salvajes o domésticos, incluso dibujos de plantas posiblemente meedicinales, reflejando una imagen de su vida en aquellos momentos. Incluyendo al sol y a estos círculos. Para ellos los círculos eran muy importantes.

Estamos hablando de unas pinturas con al menos 11.000 años de antigüedad.

Viviendo dentro de círculos por seguridad


Con unos 2.500 años de antigüedad podemos ver los restos de este tipo de poblado llamado Castros en Asturias, aunque también los hay en Galicia y Portugal.

Este es el Castro de Coaña, que durante varios siglos estuvo habitado como ciudad fortificada con algunas construcciones en el exterior de la zona cerrada con murallas, tanto como barrios de la localidad como construcciones defensivas en donde hacer guardia.

Sus viviendas eran circulares, y muchas de ellas con un porche en la entrada también semicircular, que hacía las funciones de resguardar la entrada a la vivienda y de pequeño almacén exterior y a veces de cocina al aire libre.

Puede que fueran las viviendas más nuevas, de hace unos 2.000 años, las que ya se empezaran a construir en forma rectangular pero con las esquinas redondeadas, como se ven en la imagen, en las zona superior a derecha e izquierda.

Los castros se edificaban en lo alto de montículos para poder defenderse mejor y tener una visión amplia de sus territorios, en los que tenían ya campos de labor, pues son los inicios del sedentarismo.

Los techos que cerraban estas viviendas eran de materiales vegetales tipo paja seca y con mucha pendiente para que las aguas de las lluvias no entraran con facilidad en las viviendas.

Este tipo de viviendas han existido en casi todo el Sur y Oeste de Europa, desde Gran Bretaña o Italia a España y Portugal, con bases de piedra y tejados que a veces se decoraban.

Incluso algunas de estos tipos de viviendas circulares y de una única habitación se siguen utilizando en la actualidad.

Laberinto del Pazo de Tor en Monforte de Lemos


Vemos arriba el Laberinto del Pazo de Tor en Monforte de Lemos, otro ejemplo de utilización de los círculos a gran escala, y que solo se puede contemplar su grandiosidad desde las alturas, en este caso, desde los balcones superiores del Pazo o Palacio, en donde vivían los nobles de la zona.

Era un laberinto con cuatro estancias diferentes, cada uno de ellas con tres caminos distintos al llegar a cada estancia, y en donde solo uno servía para llegar al pozo siguiente.

En el siglo XVIII se construyó este laberinto vegetal diseñado por un arquitecto italiano que se apoyaba sobre unas piedras de pizarra para darle forma, que son los únicos vestigios que hoy quedan de esa construcción en círculos, una vez que los rosales, plantas y setos no se han replantado para mantener la idea original.

En su diseño inicial, el espacio que había por los caminos, entre plantas y plantas, era de unos 50 centímetros de anchura.

El laberinto está formado por cuatro espirales enlazadas por ocho caminos, con entradas y salidas, que convergen en cuatro estanques circulares tallados en granito, situados en el centro de cada espiral.

El juego consistía en recorrer todos los caminos sin salir del jardín y encontrar los cuatro pozos, uno en cada una de sus partes.

Era un juego, un entretenimiento casi infantil con círculos para gentes de alto nivel de poder, pero también una estructura que utilizaba conceptos decorativos y a veces incluso religiosos o rituales.

Círculos y espirales de los canteros antiguos


También los círculos y las líneas espirales se utilizaron en la antigüedad como marcas personales de artesanos, como firmas de sus trabajos, como en este caso, en unas piedras labradas y firmadas para poder cobrar los sueldos por el número de piedras talladas.

Cada artesano tenía su propia marca, su firma de cantero para luego sumando las piedras talladas, saber cuantas debía cobrar de todas las realizadas, pues en cada obra había varios canteros en diferentes turnos.

Nos han quedado sus señales de obra, y en algunos casos son figuras geométricas, circulares, espirales, más simples cuanto más veterano era el cantero.

Los báculos también son circulares


Del siglo XIII es este báculo, bastón, férula, virga o cayado que en realidad tiene una función única como símbolo del poder litúrgico y religioso, y la muestra más clara de la autoridad de un obispo.

Esta que veremos en su parte superior o cabeza de un báculo episcopal, es de de estilo románico. Un bastón que utiliza el círculo para demostrar Poder, ya que no es cómodo de manejar en personas mayores.

Permite en este caso concreto y en la zona interior de ese círculo, contar una historia religiosa, en este caso un combate entre San Gabriel contra el dragón. Es un bastón de mando hecho en Francia que se utilizó en Galicia. Pero estas terminaciones de los bastones de mando religioso es un distintivo del oficio de los obispos desde el siglo XII. El báculo o bastón con el extremo superior curvado que usan los obispos en las celebraciones litúrgicas, puede ser de madera, de marfil o de algún metal. El cayado o voluta, es la curvatura superior.

El báculo representa la función de corregir, sostener y empujar la Iglesia, y que tienen los obispos como se desprende de las palabras que se le decían al obispo recién consagrado cuando se le entregaba el bastón de mando: “Recibe el báculo del oficio pastoral, para que seas piadosamente severo en la corrección de los vicios, para que mantengas el juicio sin ira, para que estimules los ánimos de los oyentes en el fomento de las virtudes, para que no abandones la censura de la severidad en la tranquilidad.”

Los obispos solo pueden usar el báculo dentro del territorio de su propia diócesis. Pero puede usarlo en cualquier lugar en donde celebra solemnemente… si es con el consentimiento del ordinario del lugar, aunque en ciertas fiestas religiosas todos los obispos pueden usar el báculo, como en las ordenaciones. Pero si en una misma celebración hay varios obispos presentes, solo usa báculo el obispo que preside el acto para dejar claro quien manda.

Ese círculo se ha convertido en señal de Poder, incluso de Poder Máximo en ciertas celebraciones. Una señal de ser el representante máximo de Dios en ese lugar.

La aureola o halo de los Santos


El Halo al que también se le conoce como aureola o nimbo es un símbolo iconográfico casi siempre circular que se utiliza en el arte de diversas religiones, especialmente en el cristianismo, el budismo y el hinduismo, para señalar la divinidad, la santidad, la iluminación o la virtud de un personaje.

Alguien cuando es convertido en Santo, ya tiene derecho a ser representado con ese círculo que conocemos con el nombre de Halo.

El Halo para representar la santidad en figuras religiosas tiene una historia que se remonta incluso a antes del cristianismo. Sin embargo, su adopción y popularización en la representación de los santos cristianos se consolidó durante los primeros siglos de esta era, sobre el IV y V d.C.

Símbolos circulares alrededor de la cabeza se encuentran en diversas culturas antiguas, como la griega, la romana, la egipcia y la persa. A menudo se utilizaban para representar a Dioses solares, emperadores divinizados o figuras con gran poder y autoridad. Estos círculos simbolizaban la luz, el poder divino o la conexión con la divinidad, con lo celestial.

En los primeros siglos del cristianismo, los artistas de entonces adoptaron gradualmente el halo como un símbolo visual para distinguir a las figuras sagradas. Inicialmente, se aplicaba principalmente solo a representaciones de Cristo, la Virgen María y los Ángeles. Hacia el siglo IV y V d.C., el uso del halo se hizo más común y comenzó a extenderse a la representación de los santos y mártires. Esta época coincide con la consolidación del cristianismo como religión oficial del Imperio Romano y el desarrollo de su iconografía.

El arte bizantino jugó un papel crucial en la estandarización del uso del halo. En los iconos bizantinos, los halos se representaban de forma muy definida, generalmente como círculos dorados que irradiaban luz, enfatizando la santidad y la conexión divina del personaje. Dejaban de ser circunferencias para ser círculos. En el arte occidental medieval y renacentista, el uso del halo continuó, aunque su estilo y representación podían variar. A veces se representaba como un disco sólido, otras como un círculo de luz radiante o incluso como rayos que emanaban de la cabeza.

Con el tiempo y sobre todo tras el Renacimiento, se desarrollaron algunas diferencias claras en el tipo de halo utilizado para diferentes figuras. Se representaba a Cristo con un halo con una cruz inscrita, mientras que la Virgen María solía tener un halo liso y los santos llevaban halos circulares simples a modo de circunferencias. En el arte moderno y contemporáneo, el uso del halo tradicional se ha reducido significativamente, aunque la idea de representar la santidad o la iluminación puede manifestarse de otras maneras simbólicas.

En la historia de la humanidad hay ejemplos de halo que no son circulares, por ejemplo cuadrados para representar altos dignatarios que estaban todavía vivos en el momento de su representación, como papas, emperadores o reyes. Y cuando se quiere representar a la Trinidad Cristiana, se utiliza un Halo triangular.

Pan redondo como en la Última Cena


En la Última Cena se repartió pan, posiblemente trozos irregulares de un pan redondo grande. De allí que la forma redonda de la hostia consagrada posterior que se reparte en la Comunión, tenga varios significados simbólicos que se fueron desarrollando a lo largo de la historia de la Iglesia.

El círculo no tiene principio ni fin, lo que simboliza la eternidad de Dios y la naturaleza eterna del sacrificio de Cristo. También representa la unidad de la Iglesia, el Cuerpo de Cristo, donde todos los fieles están unidos en la Eucaristía.

En los primeros siglos del cristianismo, el pan utilizado en la Eucaristía era probablemente pan común, similar al que se usaba en las comidas, y se partía en trozos antes de la distribución, tal como se describe en los relatos de la Última Cena.

Con el tiempo, en la Iglesia Occidental, la Iglesia Católica Romana, se fue adoptando la costumbre de utilizar pan ácimo (sin levadura), siguiendo la tradición de la Pascua judía, que fue el contexto de la Última Cena. También se comenzó a utilizar una forma más uniforme y delgada, lo que llevó al desarrollo de las hostias.

Hacia los siglos IX y X, la forma redonda, pequeña y fina de la hostia comenzó a generalizarse en la Iglesia Occidental. Esta forma se hizo cada vez más común debido a las razones simbólicas mencionadas anteriormente y por su plasticidad.

El círculo es considerado una figura geométrica perfecta, simbolizando la perfección de Cristo y la plenitud de la gracia divina presente en la Eucaristía. En la tradición cristiana, Cristo a menudo es asociado con el sol como la luz del mundo. La forma redonda de la hostia puede evocar esta simbología solar.

Aunque la Última Cena involucró pan partido, la Iglesia Católica adoptó la forma redonda para la hostia consagrada por su rico simbolismo de eternidad, unidad, perfección y la asociación de Cristo con el sol. Esta práctica se desarrolló gradualmente a lo largo de la Edad Media, consolidándose como la norma alrededor de los siglos IX y X. La hostia sigue siendo de pan ácimo, recordando el pan utilizado en la Pascua y en la Última Cena.

Es importante notar que algunas Iglesias Católicas Orientales tienen tradiciones diferentes en cuanto a la forma y el tipo de pan utilizado en la Eucaristía.

Un dragón comiéndose la cola


Cuando hablamos del círculo como símbolo, nos adentraremos en cómo diferentes culturas a lo largo de la historia, han visto en esta forma de expresión visual mucho más que una simple figura geométrica.

Por ejemplo, en muchas tradiciones espirituales, el círculo representa la totalidad, la unidad y la ausencia de principio y fin, como el ciclo eterno de la vida y la muerte.

También debemos recordar, cómo en la filosofía antigua, el círculo se asociaba a la perfección y a los movimientos celestiales, que se creían circulares.

Tenemos ejemplos como los mandala en el budismo, el símbolo del ouroboros (la serpiente que se muerde la cola) y cómo incluso en nuestra vida cotidiana usamos expresiones como "cerrar el círculo" para indicar la finalización de algo.

La arquitectura, el círculo y la circunferencia


En el mundo del arte y la arquitectura, el círculo y la circunferencia han sido una fuente constante de inspiración.

Desde las pinturas rupestres más antiguas que a menudo incluían formas circulares, hasta la majestuosidad de construcciones como el Stonehenge o el Panteón de Roma que vemos en la página siguiente, con su cúpula circular perfecta y sin columnas, puras matemáticas para lograr de estabilidad de esa construcción.

Vemos cómo esta forma tan complejo de realizar hace 1.900 años, ha sido utilizada para crear armonía, equilibrio y evocar sensaciones de grandeza.

Los patrones circulares también se encuentran en alfombras, cerámicas y otras formas de arte decorativo de diversas culturas.

Muchos artistas modernos también han reinterpretado el círculo en sus obras, como modelos de expresión.

Una de las primeras ruedas


La civilización moderna sería muy diferente si nadie hubiera inventado en su momento la rueda como ayuda al movimiento, si no hubieran empezado a trabajar con una rueda simple que ayudara al movimiento con menos fuerza para muy diversos trabajos.

Si se hubiera inventado más tarde, el desarrollo de la humanidad hubiera sido después.

No está claro exactamente dónde y cuándo se inventó la rueda. Es muy probable que haya sido inventado de forma independiente por muchas civilizaciones en un momento u otro. La simplicidad de la rueda significa que es probable que haya sido inventada incluso por civilizaciones que no vieron la necesidad de ella, o que no percibieron la utilidad tan amplia que representaba.

La evidencia más antigua de la rueda proviene del año 4500 a. C. al 3300 a. C. en la zona de Mesopotamia en forma de la rueda para el alfarero.

Las primeras ruedas para el transporte estaban hechas de tablones sólidos de madera. Este diseño se mejoró alrededor desde el 2200 a. C. al 1550 a. C.

Durante la Edad del Bronce Media, fue cuando la rueda de radios y el carro con ruedas aparecieron por primera vez.

Hoy en día, la rueda es necesaria para prácticamente todas las formas de transporte. Sabemos además que el concepto de “Rueda” como engranaje se usa para muchas más utilidades que el transporte terrestre.

Los aviones requieren ruedas para despegar y aterrizar. La mayoría de los helicópteros también tienen ruedas. Incluso los sistemas maglev por levitación magnética, también requieren ruedas extensibles cuando se viaja a bajas velocidades.

No es solo en el transporte que las ruedas son importantes. Sin engranajes y engranajes, probablemente todavía estaríamos atrapados en la Edad Media, nunca hubiéramos inventado en este siglo la informática, por poner un ejemplo.

Símbolo de Poder y Unidad como si fuera un Parlamento


Monumentos como Stonehenge en Inglaterra, construidos en forma circular, indican la relevancia del círculo en prácticas ceremoniales y observaciones astronómicas. La construcción de Stonehenge es uno de los mayores misterios de la prehistoria, y aunque no se sabe con certeza absoluta para qué se utilizaba, las investigaciones arqueológicas y astronómicas han sugerido varias teorías principales:

 Observatorio Astronómico y Calendario

 Sitio Ritual y Ceremonial con la Muerte o la Fertilidad

 Templo Religioso y Espiritual en donde hablar con los Dioses

 Centro de Curación o de Peregrinación buscando salud

 Símbolo de Poder y Unidad como si fuera un Parlamento

 Lugar de Reunión Social y Política para representantes que venían desde distancias alejadas








Es muy posible que combinara funciones astronómicas, rituales, religiosas y sociales, reflejando la complejidad de las creencias y prácticas de las sociedades neolíticas y de la Edad de Bronce que lo construyeron y utilizaron. A día de hoy, Stonehenge sigue siendo un enigma fascinante que continúa inspirando investigaciones y debates sobre su significado original. Crear bocetos que idealicen el lugar es uno de los trabajos que se realizan para imaginarse para qué servirían esas formaciones circulares de enormes piedras. Es una construcción con más de 5.000 años de edad.

El Ciclo Circular de la Vida en Natural


El Ciclo de la Vida en Natural. Simplemente natural o naturamente simple.

La naturaleza cíclica de la vida, la muerte y el renacimiento, así como las estaciones de cada año que se repetían una tras otra, se reflejaban en la cultura antigua en forma circular.

El círculo simbolizaba la continuidad, la renovación y la eternidad.

Todo se acababa, para volver a comenzar.

Era la manera más sencilla de intentar entender lo que parecía imposible de explicar.

En la propia naturaleza, el círculo se repite con mucha normalidad y de forma muy abundante en sus propios crecimientos y formas.

25.4.25

Al enemigo, fuente de plata circular


Esas maneras circulares de intentar comprender la vida, de representarla alrededor de sí misma, de distribuir los espacios alrededor de círculos, nos lleva incluso a escribir historias de forma circular, a reflejar un relato alrededor de sí mismo, moviendo la lectura y la mirada como lo hacen las agujas de un reloj.

Todo parece suceder en forma circular, avanzando de derecha a izquierda, dando la vuelta para volver al principio, para volver a empezar.

Las culturas primitivas observaban el sol y la luna como discos circulares que regían el día y la noche, las estaciones y los ciclos de la vida. El círculo se convirtió así en un símbolo natural de estos cuerpos celestes, asociados a menudo con la vida, la energía y el tiempo.

En la fuente de plata que veremos a continuación, las cinco escenas centrales e importantes suceden en círculo. Según como esté colocada la bandeja sobre nuestra mirada, una escena u otra será la importante.

Nos vigilan en círculo y desde círculos


Todo parece moverse en círculo, pero curiosamente, también parece que estamos vigilados en o desde círculos. 

Nos miran desde arriba, tenemos que levantar la cabeza para observar a quien nos podría estar observando, y entonces nos parece sin querer, que quien nos mira lo hace a través de huecos circulares que hay en el cielo.

No debe ser cierto, no lo sabemos, pero a veces nos da la sensación de que necesitamos que también los que nos pueden estar mirando desde arriba lo hagan desde un círculo de poder, de luz, de sabiduría.

El círculo podía representar la Totalidad del Universo conocido, abarcando todo dentro de sus límites. Era (y seguramente sigue siendo) una forma de conceptualizar el mundo como un todo coherente.

Una forma de intentar comprender que el “Todo” cabe dentro de un sencillo círculo que si podemos entender, mientras que el infinito, el universo, eso ya… no somos capaces de comprenderlo.

Ventanas circulares para asomarse


Los círculos o las esferas pueden ser vistas en positivo o en negativo.

Una ventana esférica nos invita más todavía a intentar asomarnos, pensando que lo que veremos a través del hueco, será el infinito, el Sol, la Luz.

Y a veces nos movemos para enmarcarlo dentro del hueco, para centrarlo en el agujero.

Detrás del hueco estamos nosotros.

pero a través del hueco vemos lo infinito.

24.4.25

Bola de luz circular


Copiar al Sol es imposible, así que a veces inventamos bombillas para creernos capaces de dominar la luz, o bolas que alumbran para significarnos como creadores de la vida que nos ilumina.

Cumplen su función, alumbran rincones y nos convencen de que también nosotros somos capaces de crear vida, luz, calor, sensación de comodidad.

En realidad es que nos conformamos con muy poco, que no queremos decirnos que copiar al sol es imposible, y que admitirlo es ponernos en una debilidad extrema.

Nos hemos conformado con inventar la luz en forma de círculos blancos.

Círculos naturales anteriores a nosotros


El círculo cumplió un papel fundamental y multifacético en las culturas primitivas, con significados profundos arraigados en su observación del mundo natural y sus necesidades sociales y espirituales.

Los humanos primitivos veían que el círculo era algo muy habitual en la Naturaleza. Que se repetía, crecía, volvía a nacer tras periodos de muerte.

El círculo como centro de vida y el círculo como algo que protegía a los círculos interiores.

Adoptar el círculo como algo profundo tuvo que ser muy sencillo, pues la Naturaleza crece en círculo.

Naturaleza circular en lo más simple


Las formas naturales más simples crecen en círculo que se va extendiendo sobre sí mismo, Crecen por ampliación desde su circunferencia.

El círculo tiende a simbolizar la totalidad, la unidad y la eternidad.

Su naturaleza cerrada, sin principio ni fin aparente, lo ha convertido en un símbolo recurrente en diversas culturas para representar ciclos como el de la vida, las estaciones del año o los movimientos celestes.

La perfección por su simetría, la facilidad de su crecimiento extendiéndose lentamente pero logrando mucho más espacio al ampliar levemente sus fronteras, lo convierten en una figura simple pero muy útil.

La comunidad social, empezó a utilizar las reuniones circulares que fomentan la igualdad. Los famosos “Círculos” que incluso algunos partidos políticos volvieron a popularizar no hace mucho y que en un principio de la humanidad eran reuniones ancestrales de las comunidades pequeñas de individuos, reuniones que no en todas ellas podían entrar todos los integrantes de la comunidad.

En el arte y la arquitectura, el círculo se utiliza para crear armonía, equilibrio y evocar una sensación de plenitud, de espacio ocupado.

Joan Miró pintó el cielo de círculos


La esfera, al ser la extensión tridimensional del círculo, se asocia culturalmente con los cuerpos celestes, con el sol, la luna, los planetas, representando el cosmos y la idea de totalidad universal.

Históricamente, en muchas cosmovisiones, la esfera se ha considerado la forma perfecta, contenedora del universo conocido. También puede simbolizar la unidad y la integridad en un sentido más físico y tangible.

En esencia, estas formas geométricas han trascendido su definición matemática para adquirir significados culturales profundos y variados.

Su presencia constante en la naturaleza y su simplicidad inherente han hecho que las sociedades humanas las utilicen para representar conceptos fundamentales sobre el mundo que nos rodea y nuestra propia existencia, independientemente de creencias religiosas específicas.

Sabemos y admitimos que la Naturaleza es esférica, y nos queremos acercar a ella, imitándola, llenando nuestras creencias de figuras esféricas que nos acerquen a ese mundo del que desconocemos casi todo.

No deseamos sentirnos aparte, fuera del mundo que no entendemos, somos parte de él, y lo queremos repetir constantemente. Nos acercamos al círculo para demostrarnos que somos parte de ese mundo de formas perfectas y sencillas.

Tomates verdes crudos


Aunque las civilizaciones antiguas no tenían el concepto de una Tierra redonda, su experiencia cotidiana de un horizonte circular, la observación de los ciclos celestes (sol y luna circulares) y la presencia de patrones circulares en la naturaleza probablemente contribuyeron significativamente a la importancia cultural ancestral del círculo y de la esfera como elemento natural de la vida.

El círculo se convirtió en un símbolo poderoso de totalidad, ciclo, orden cósmico y, en muchos casos, de lo divino, basándose en las experiencias perceptivas directas de su entorno natural y simple.

Existe una posible conexión entre la experiencia vivida en aquellos años primitivos por el ser humano y el desarrollo de conceptos culturales fundamentales.

¡Es fascinante cómo la forma del mundo, incluso sin ser comprendida en su totalidad, puede influir en nuestra forma de pensar y simbolizar!

El primitivo ser humano veía a las frutas que crecían redondeadas, circulares en muchos casos. Que incluso si abrían una fruta seguía siendo circular o esférica en su interior.

No sabían que las formas de los pedacitos que conforman nuestro cuerpo humano también son redondeados, que muchos virus o bacterias, o que nuestras propias células, eran esféricas o muy similares en casi todos los casos.

Incluso muchos de nuestros parásitos son alargados por su sucesión de aros circulares que van aumentando su tamaño alargado. Estamos rodeados de círculos y lo sabemos, por lo que no estaría de mas reconocer que somos la suma de millones de círculos microscópicos.

Círculos difuminados y cerrados


El círculo, por su naturaleza cerrada y continua, es una forma intuitiva para representar la totalidad, la unidad y el ciclo sin fin.

Incluso sin la comprensión de una Tierra esférica, las culturas ancestrales buscaban formas de simbolizar conceptos abstractos como el universo, la eternidad o la comunidad, y el círculo ofrecía una representación visual poderosa.

No somos capaces de intuir qué es un círculo enorme, lo tenemos que reducir para comprenderlo. Para creer que existe. Somos tan pequeños, que las esferas o círculos grandes nos las imaginamos planas.







Y cuando las reducimos, al no ver los límites, nos los imaginamos.







¿Y si esos límites finales fueran difusos, o si no existieran?

¿Por qué todas las esferas tienen que acabar en un borde cerrado que envuelve?

Los círculos son cosa de Dios?


Varias sociedades a lo largo de la historia han otorgado un profundo sentido y poder al círculo, elevándolo casi a la categoría de representación divina.

Los árboles crecen en círculos concéntricos, lo que vemos al talarlos son círculos que se expanden desde el centro. Como si quisieran copiar al Sol, a la Luna.

Si todo lo Natural está creado con círculos naturales… ¿por qué el ser humano no tiene figuras circulares en su composición.

Los ojos, sí, los agujeros de nuestro cuerpo, sí también.

Puede que nuestro cerebro se parezca bastante.

Y nuestra forma de ser, de pensar.

Igual es que somos círculos, pero no lo notamos bien.

¿No es nuestra cabeza desnuda, algo muy similar a una esfera?

Círculos naturales de color potente


Incluso habitando la Tierra "plana" que percibían las civilizaciones antiguas, ellos observaban muchos fenómenos naturales con formas circulares o concéntricas.

Las ondas en el agua al arrojar una piedra, los anillos de crecimiento de los árboles, algunas flores, los nidos de las aves, etc.

Estos patrones recurrentes podrían haber reforzado la idea del círculo como una forma fundamental y natural.

Unas figuras a las que había que prestar atención para después ofrecerles adoración, para creer que transcendían a las formas que el ser humano podía acceder y construir con la misma normalidad con que lo hace la naturaleza.

Seguimos siendo curiosos con las formas naturales en círculo y que se repiten constantemente en miles y miles de formas de la naturaleza.

Círculo solar desdibujado


El sol y la luna se presentan como discos circulares en el cielo y siguen trayectorias que, aunque no se entendieran en la antigüedad completamente, se observaban como arcos y ciclos.

Estos movimientos circulares y repetitivos eran fundamentales para la comprensión del tiempo, las estaciones y, por lo tanto, para la organización social y las creencias religiosas.

La regularidad cíclica, inherentemente ligada a la idea del círculo, pudo haber sido vista como una manifestación del orden cósmico y divino.

Algo movía aquellas luces, no lo entendían pero incluso en la actualidad seguimos observando la Luna, las puestas de Sol como algo que trasciende mucho más que una realidad repetitiva.

Seguimos observando los movimientos de la Luna sin entenderlos si no disponemos de suficiente información. ¿Por qué es una veces más grande que otras?

¿Por qué a veces la vemos entera y otras veces solo una parte?

¿Por qué el Sol sale por un lugar y se nos escapa por otro totalmente contrario?

¿Es verdad que en algunas zonas de nuestro Planeta hay temporadas sin poder ver el Sol?














Nos convencemos con respuestas científicas que nos hemos ido dando nosotros mismos. Y con ellas vamos cambiando nuestras creencias.

El Centro de la Tierra sigue siendo circular?


Incluso en una Tierra que se percibía como plana, el horizonte siempre aparece como una línea circular que rodea al observador.

Esta experiencia constante de un límite visual circular podría haber contribuido a la idea del círculo como un símbolo de totalidad, límite y el mundo conocido.

Sabemos que tras el horizonte sigue habiendo algo, no lo vemos, pero admitimos que existe.

Pero no siempre ha sido así. 

¿Qué existe detrás del final? 

Si ponemos algo entre el final y nosotros, tenemos la sensación de que ya no existe el final, pues tenemos más cerca una referencia que disimula visualmente ese final que creemos circular

¿Nosotros somos circulares, dentro de una esfera circular que nos atrae hacia el centro de la Tierra por efecto de algo a lo que llamamos gravedad, mientras observamos otra esfera que es el Sol?

¿El Centro de la Tierra sigue siendo circular? 

¿Somos más grandes que el Sol? 

¿Y nosotros qué somos? 

¿No somos excesivamente pequeños? 

23.4.25

Ritmo en la alegría de vivir de Robert Delaunay


Robert Delaunay y Sonia Delaunay
fueron en el siglo XX los pioneros del Orfismo, un movimiento artístico derivado del Cubismo que se caracterizó por el uso de colores brillantes y formas circulares para crear composiciones dinámicas y rítmicas.

Sus obras a menudo exploraban la simultaneidad del color y la luz a través de la unión de discos de color.

La obra que veremos a continuación la titularon “Ritmo en la alegría de vivir” significando que los círculos son esos movimientos alegres de los seres humanos.

Bailar en círculo, y hacer giros, es una constante en muchas formas de folclore mundial, buscando precisamente esa armonía que produce el espacio circular, los giros o los saltos, que buscan llenar los espacios sobre los que nos movemos.

Vasili Vasílievich Kandinsky y sus círculos


A lo largo de la historia del arte, muchos artistas, tanto en la pintura como en la escultura, han utilizado el círculo y las figuras geométricas circulares de manera significativa para expresar sus ideas y emociones.

Vasili Vasílievich Kandinsky está considerado uno de los pioneros del arte abstracto.

Kandinsky exploró profundamente la relación entre el color, la forma y la música.

En muchas de sus obras, los círculos, junto con otras formas geométricas, juegan un papel crucial para transmitir emociones, ritmos y conceptos espirituales.

Sus composiciones abstractas a menudo presentan una danza de círculos de diferentes tamaños y colores.

Gustav Klimt explicándose con círculos


Gustav Klimt
con sus significados ocultos en gran parte de sus obras, no se centró exclusivamente en formas circulares, dentro de su "Época Dorada”.

Pero Klimt incorporó abundantemente elementos circulares y espirales con un fuerte valor decorativo y simbólico.

En obras como el muy famoso "El Beso" nos presenta halos y motivos circulares que realzan la sensación de eternidad y totalidad.

Círculos dentro de círculos que contienen más círculos.

Era como intentar buscar la Eternidad a través de la repetición metida dentro de otra repetición.








Curiosamente, si queremos acotar los círculos, los tenemos que enmarcar dentro de otra figura geométrica, el rectángulo; pero entonces este, simplemente corta los círculos, que no dejan de seguir creciendo, pero ya fuera de su marco cuadrado.

El jardín de las delicias cerrado, y un círculo


El Bosco (Hieronymus Bosch) en sus complejas y simbólicas pinturas, como en "El jardín de las delicias", utiliza numerosas composiciones circulares y elementos redondos para representar el cosmos, el cielo y el infierno, a menudo con un significado alegórico y moralizante.

Arriba vemos la parte más desconocida de esta obra, y a continuación en la siguiente entrada veremos la parte conocida de esa enorme obra por su calidad.

Arriba la trasera, o la obra una vez que el tríptico conocidos lo cerramos.

Dentro ha quedado la obra que todos conocemos y que veremos una parte en las siguientes páginas.

El Jardín de las Delicias y sus círculos


Si observamos con calma el panel central de
“El Jardín de las Delicias” observamos que son numerosos los círculos que existen en su interior. 

Los que claramente son círculos, y los que son agrupaciones de figuras en círculo. 

Incluso algunos huecos, algunas construcciones surrealistas están hechas en forma de círculo, esferas que contienen escenas. 

El título de esta tabla, la obra centra del tríptico, es el de “Placeres de la Vida” y como vemos juega el Bosco con unas recreaciones en forma de círculos. 

Como si fuera necesario moverse entre o dentro de figuras circulares, o formando grupos de personas en círculos para obtener el placer. 

Esta obra la inició El Bosco entre 1485 y 1510. Hay algunas dudas al respecto. 

Pero en todos los casos hablamos de una forma de entender los placeres. retratados entre finales del siglo XV y principios del siglo XVI.

La escultura circular expresiva


En la Escultura también un buen número de artistas han trabajado el círculo como elemento de expresión, de comunicación de ideas.

Alexander Calder, Barbara Hepworth, Henry Moore, Richard Serra o Naum Gabo serían los ejemplos más conocidos. 

Pero han sido muchos más los que han utilizado las figuras circulares como modelos de lenguaje artístico.

La elección de esta forma geométrica, a menudo está unida a la búsqueda de la perfección, la totalidad, la armonía, el movimiento o la representación de conceptos cósmicos y espirituales.

Quisimos atrapar al Dios Sol


También la Artesanía más sencilla, incluso la decorativa, ha jugado con el círculo para construir desde jarras a botijos, desde cerámicas a platos o bandejas.

El círculo nos rodea en la mesa, en las paredes, en los suelos.


Al presunto Dios Sol lo queríamos tener atrapado en nuestros hogares para que nos protegiera.

22.4.25

Círculos quemados y humanos


Incluso las huellas que como humanos vamos dejando por nuestros pasos entre la materia, son muchas veces sencillos círculos, y a veces sin darnos cuenta de que precisamente los provocamos nosotros.

Cuando quemamos el bosque dejamos huellas en forma de círculos sobre la madera quemada.

Cuando clavamos un elemento metálico sobre una madera o una pared, ese al que llamamos “clavo”, resulta que es un círculos en la parte sobre la que golpeamos.

Y si arrancamos el clavo de la madera o la pared, lo que queda es un espacio vacío, es un hueco también circular.

Nudos circulares que aprietan lo justo


Son circulares los nudos, la suma de nudos que no somos capaces de desenredar. 

Estamos dentro de los nudos, aunque no lo notemos.

Cualquier elemento más o menos plano que deseemos anudar se nos convierte poco a poco en un objeto circular.

Más circular cuantos más nudos le vayamos agregando.

Lo curioso de vivir dentro de una maraña de nudos, es que no los detectamos, se nos vuelven transparentes.

Flotamos con círculos que nos levantan


Los primeros intentos por volar fue llenando elementos blandos de aire para flotar hacia el cielo. 

Siempre hemos deseado salir de la tierra, pero siempre para poder volver a ella enseguida.

Esos elementos al llenarse de aire se convertían en elementos esféricos que flotaban.

Ideamos el Globo para flotar, para elevarnos y para jugar como los niños.

Curiosamente no existen Globos que no sean con formas geométricas ajenas a las esferas y círculos.

Los más modernos crean figuras de animales, pero a nadie se le ha ocurrido hacer globos cúbicos, en forma de rombo o de trapecios.

Todos los globos “de verdad” son figuras sencillas circulares, que se forman suavemente redondeados por efecto del aire.

El aire, se agolpa en las paredes del plástico del globo hasta formar círculos o figuras redondeadas para elevarse.