Hay muchas ventanas de clausura. Algunas contienen detrás a unas monjas que libremente deciden apartarse del mundo, pero otras son ventanas secretas, cerradas que encierran. No sabemos qué hay detrás, dentro.
Hay ventanas de clausura que son bonitas. Otras ventanas de clausura están cerradas a cal y canto. Son las atrancadas que quieren que nadie sepa qué esconden.
Cuando las ventanas de clausura van por pares, ya no son de clausura, simplemente es que están cerradas o incluso muy bien cerradas.