¿Nos atreveríamos a poner un trozo de basura en la puerta de nuestro dormitorio? ¿En una pared del salón de casa y a la vista de todos los que nos visitan?
¿Nos atreveríamos a enseñar un conglomerado de basura y además defenderlo como si fuera una Obra de Arte?
Cuidado con la respuesta, pues casi todos deberíamos decir que SI. Lo hacemos todos los días. Solo hace falta que esa basura sea de colores, esté bien envuelta y nos la sepan vender.