La vida es siempre cuestión de colores. Los que vemos, los que intuimos, los que nos quieren enseñar, los que nos engañan o los que nos tangan o timan.
Vemos los colores que vemos, que siempre es mucho menos de los que son, menos que la realidad.
Nos estafan también con los colores pues a veces nos los esconden para no verlos No es bueno saber todo y de todo. Lo justo y en su justa medida. También en los colores de las realidades.
Estos colores son de una cafetería de Rumanía. Colores a doquier, lo que no quiere decir que estén todos o que no haya colores repetidos. El caso es ver siempre y solo, aquellos colores que nos enseñan.
Solo veremos los colores que quieren mostrarnos.