En muchas formas de espiritualidad moderna y algunas nuevas religiones, el círculo y la esfera continúan representando la totalidad, la unidad, la conexión y la eternidad.
Los mandalas siguen siendo utilizados en la meditación y el arte terapéutico.
El círculo parece invocar a todo aquello que no somos capaces de entender bien, a lo escondido, a lo ancestral que todavía no hemos logrado desentrañar.