28.4.25

Crear es romper paredes habituales

 

Las personas que crean, que intentan crear, que deseamos crear, sabemos que hay que romper paredes, espacios, puntos de vista. Hay que intentar poner o añadir o transformar sobre nuestro propio punto de vista, y muchas veces sobre "cosas" que son habituales, normales y que todos tenemos ya claro cómo son.

Por eso muchas veces lo que se crea resulta una locura cuando no una completa tontería. Es lógico, pues lo miramos y lo vemos desde un punto de vista habitual, normalizada. No solo hay que crear algo nuevo, sino lograr que te lo admitan como "algo" y no como un error pasajero.

Pero dentro de esa construcción, de esa posible novedad, se ha trabajado para cambiar el punto habitual de algo desde la experiencia, desde el deseo de hablar desde la novedad. 

A veces se consigue y a veces no.

Esto lo entendemos con facilidad en el Arte. pero es lo mismo en cualquier tipo de investigación. Científica, económica, social, etc. A veces los avances o los cambios vienen desde un punto de vista… no ya solo diferente sino incluso loco.

Imaginemos el tema de las vacunas o de la propia auto defensa de las enfermedades. Si hace siglos les dijéramos a los científicos de entonces que la mejor manera para curarse era que te introdujeras la propia enfermedad, te llamarían loco.

En el Arte es mucho más sencillo todo, pues los experimentos salen muy baratos y si te equivocas y no avanzas, no sucede nada. Es una simple exploración fallida. Pero eso facilita también que se puedan multiplicar las abstracciones, los puntos de vista, las pruebas y los errores. Las locuras en explorar caminos imposibles, pero que sirven para abrir ventanas pequeñas.

En el Arte, además de romper las paredes habituales, hay que provocar. 

Creo yo, no estoy seguro ni de eso. 

Nadie está seguro de nada, menos todavía los que dicen que están seguros de todo.

Conformarse con lo que ya tenemos no sirve de mucho. 

Más ahora en tiempos de IA en los que las máquinas ya nos han copiado a nosotros mismos y saben reproducir en todos los ámbitos lo que ya hemos hecho, tras pulirlo, darle cera, ordenarlo y limpiarlo bien de polvo. Una de las mayores obras de Arte de este siglo XXI es precisamente la democratización de la Inteligencia Artificial, al repartirla gratis para todos.