24.4.25

Joan Miró pintó el cielo de círculos


La esfera, al ser la extensión tridimensional del círculo, se asocia culturalmente con los cuerpos celestes, con el sol, la luna, los planetas, representando el cosmos y la idea de totalidad universal.

Históricamente, en muchas cosmovisiones, la esfera se ha considerado la forma perfecta, contenedora del universo conocido. También puede simbolizar la unidad y la integridad en un sentido más físico y tangible.

En esencia, estas formas geométricas han trascendido su definición matemática para adquirir significados culturales profundos y variados.

Su presencia constante en la naturaleza y su simplicidad inherente han hecho que las sociedades humanas las utilicen para representar conceptos fundamentales sobre el mundo que nos rodea y nuestra propia existencia, independientemente de creencias religiosas específicas.

Sabemos y admitimos que la Naturaleza es esférica, y nos queremos acercar a ella, imitándola, llenando nuestras creencias de figuras esféricas que nos acerquen a ese mundo del que desconocemos casi todo.

No deseamos sentirnos aparte, fuera del mundo que no entendemos, somos parte de él, y lo queremos repetir constantemente. Nos acercamos al círculo para demostrarnos que somos parte de ese mundo de formas perfectas y sencillas.