26.4.25
Los báculos también son circulares
Del siglo XIII es este báculo, bastón, férula, virga o cayado que en realidad tiene una función única como símbolo del poder litúrgico y religioso, y la muestra más clara de la autoridad de un obispo.
Esta que veremos en su parte superior o cabeza de un báculo episcopal, es de de estilo románico. Un bastón que utiliza el círculo para demostrar Poder, ya que no es cómodo de manejar en personas mayores.
Permite en este caso concreto y en la zona interior de ese círculo, contar una historia religiosa, en este caso un combate entre San Gabriel contra el dragón. Es un bastón de mando hecho en Francia que se utilizó en Galicia. Pero estas terminaciones de los bastones de mando religioso es un distintivo del oficio de los obispos desde el siglo XII. El báculo o bastón con el extremo superior curvado que usan los obispos en las celebraciones litúrgicas, puede ser de madera, de marfil o de algún metal. El cayado o voluta, es la curvatura superior.
El báculo representa la función de corregir, sostener y empujar la Iglesia, y que tienen los obispos como se desprende de las palabras que se le decían al obispo recién consagrado cuando se le entregaba el bastón de mando: “Recibe el báculo del oficio pastoral, para que seas piadosamente severo en la corrección de los vicios, para que mantengas el juicio sin ira, para que estimules los ánimos de los oyentes en el fomento de las virtudes, para que no abandones la censura de la severidad en la tranquilidad.”
Los obispos solo pueden usar el báculo dentro del territorio de su propia diócesis. Pero puede usarlo en cualquier lugar en donde celebra solemnemente… si es con el consentimiento del ordinario del lugar, aunque en ciertas fiestas religiosas todos los obispos pueden usar el báculo, como en las ordenaciones. Pero si en una misma celebración hay varios obispos presentes, solo usa báculo el obispo que preside el acto para dejar claro quien manda.
Ese círculo se ha convertido en señal de Poder, incluso de Poder Máximo en ciertas celebraciones. Una señal de ser el representante máximo de Dios en ese lugar.